El Barça se apunta la Copa sin permitir la incertidumbre
Tumbó con 35-28 al Logroño al que sentenció en la segunda parte después de ir al descanso con 19-17. Entrerríos fue el máximo anotador del Barça (ocho goles).
Quinta Copa del Rey consecutiva para el Barcelona, y otra vez la segunda plaza para el Logroño, que esta vez fue menos fiero que en otras ocasiones porque llegó al último cuarto del partido casi rendido con un 28-20 esclarecedor: tres goles en quince minutos porque al descanso aún estaba por decidir el choque: 19-17.
La final fue azulgrana, desteñida por algunas decisiones arbitrales tan inexplicables como dolorosas para el Logroño, con la interpretación de las faltas de ataque cuando defiende Mem, siempre buscando el contacto cuando está superado. Pero es que Mem fue uno de los factores ofensivos del Barcelona, el que les mostró a los suyos para ganar ante una defensa rival que no salía al contacto, y que así martilleado por Mem, por Entrerríos, por N´Guessan, por Palmarsson, desde los siete u ocho metros. Tan fácil como eso.
Sin defensas, porque la del Barça tampoco fue de llamar la atención, puesta en evidencia por Garciandía en la primera mitad (7 de 8 goles del zurdo desde los nueve metros y MVP de la final), ganó el equipo con más calidad ofensiva. Y cuando el Logroño se noto perdido se fue descomponiendio simplemente por el paso de los minutos y ver cómo el marcador se ampliaba. En la última Copa de Garabaya, el asturiano fue leal con su pasado batallador; para otros, una despedida amarga porque no merecían tanto castigo. Para el Barça, cumplir el expediente, ganar la Copa, lograr el doblete y sin sobresaltos, con un título decidido muy pronto, mucho antes de llegar al 35-28 final.