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NATACIÓN

"Estudiar Medicina también me ayuda a ser mejor nadadora"

Lidón Muñoz es la actual plusmarquista española de 50 y 100 libre. Una velocista para un país sin tradición. Con 14 años dejó Castellón para ir a Sant Cugat.

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Lidón Muñoz, con el oro.
PACO RODRIGUEZ

Con 23 años acumula dos récords de España en pruebas de velocidad. ¿Por qué cree que no hay velocistas?

Pienso que es muy difícil hacer velocistas jóvenes. Mucha gente se considera velocista porque le cuesta nadar el 200 y entonces nada un 100, pero creo que eso no es ser velocista. La clave es medir esa intensidad. Es necesario el tiempo y la paciencia, y mucha gente lo deja. Yo también he hecho muchos trabajos aeróbicos, que son necesarios, pero ahora es cuando he dado el paso. Muchos lo dejan por el camino. Ahora todo es genial.

Lleva muchos años, dice, pero ¿cómo y cuándo empezó?

Empecé en el Castalia con apenas tres años en los habituales cursillos. Con ocho años, ya entré con el equipo de competición y fui subiendo escalones. Con 12 años crecí de golpe y conseguí en las pruebas de espalda las mejores marcas de mi edad a nivel nacional. Con 14 años me llamaron del CAR de Sant Cugat para pertenecer a un proyecto de futuro de jóvenes talentos. No me da miedo el esfuerzo y soy muy comprometida. Dije que sí.

¿Qué opinaron sus padres?

Mis padres viven en Castellón. Mi padre trabaja en un Geriátrico y mi madre en la Seguridad Social. No me quisieron influenciar. Siempre fui madura y ellos no me dirían que no a lo que yo creyese. Con 14 años me fui de casa y fue duro para ellos. Me di cuenta después, porque ponían cuatro cubiertos en la mesa y solo eran tres… Faltaba yo. Pero al final era lo que quería y eso les hizo seguir.

¿Y qué aprendió?

La experiencia me hizo madurar y ser independiente. Muy disciplinada. He aprendido a funcionar por mí misma. No soy maniática, quizás en las competiciones, porque todos lo somos.

Y encima le dio por estudiar Medicina, ¿quizás por qué la salud estuvo presente en su casa?

Siempre me gustaron las ciencias, pero no tenía claro qué estudiar. Lo único que me tiraba para atrás eran los seis años de duración, pero ahora creo que es una tontería con la vida que lleva el deportista. A medida que fui haciendo asignaturas me di cuenta de que me gusta más.

Para entrar necesitaría una nota muy alta. ¿Cómo ocurrió?

Tenía el respaldo al ser deportista de élite, y nos servían determinadas plazas. Pero fui a la selectividad y saqué un 12,39 sobre 14. Y la de corte era 12,1. Entré por mis medios. Este año ya me he puesto el tercer curso completo, estoy haciéndolo todo y ya incluso una asignatura de cuarto. Ahora me puedo gestionar mejor y he decidido apuntarme a todo.

¿Le apoyan los profesores?

Los profesores me apoyan mucho. Estoy en la Universidad Autónoma de Barcelona. La unidad docente es Germans Tries i Pujol de Badalona. Estoy muy contenta. Todos me respaldan y colaboran.

No tiene tiempo ni de ir al cine…

Fíjese, hoy (el domingo) tengo una final pero por la mañana tengo un trabajo de clase que debo presentar. He venido a entrenar un poco, a hacer esta entrevista y ahora me vuelvo a hacer el trabajo sobre un caso clínico. Le doy prioridad a las cosas importantes.

¿La Medicina le ha ayudado a conocer su cuerpo y por lo tanto a nadar mejor?

Sí, a ser mejor nadadora. Muchas de las cosas que sé es por ello. Soy muy parecida a Jessica Vall. Las dos nos guiamos por lo mismo. Nos gusta entender qué hacemos, por qué lo hacemos y qué nos pasa. Al final todo son herramientas.

¿Qué objetivos se marca?

Me vi cerca en los Juegos de Río, ya que hice el 4x100 libre que se clasificó. Pero no pude ir. Fue un sabor duro, me quedé con la espina clavada. Ojalá pueda ir a Río y hacer mi mínima individual. Nadie me lo quitaría eso.