Los Hispanos hacen vibrar un Quijote Arena a reventar

Y en el colofón de la semana de los Hispanos se redondeó el éxito: la Selección se impuso a Túnez, campeona de África, en un partido amistoso que parecía serio por la concentración de los dos equipos, mejor el europeo como se esperaba (33-18, 14-8 al descanso); y lleno completo, a reventar, en un Quijote Arena que durante dos horas volvió a vibrar con ganas, como en los buenos tiempos que ya se van alejando. La fiesta fue completa. Ni un pero que poner, con un rival que se esforzó por estar a la altura de las circunstancias, duro como siempre, pero sin llegar a violento, tal vez porque el sello de Tony Gerona también se nota en los nuevos modales de los tunecinos.

España siempre mando, siempre fue mejor que Túnez, y aunque jugó con 19 hombres, que saliesen todos no rebajó la intensidad del equipo, con mucha mezcla, y dando la bienvenida a dos júniors campeones del mundo que tendrán más oportunidades en los próximos compromisos, el extremo Odriozola (Bidasoa) y el pivote Bazán (Anaitasuna); los dos marcaron, con lo que el dibujaron unas sonrisas extra en el partido.

España corrió, la defensa funcionó, se jugó con los extremos, y los zurdos Gurbindo (cuatro goles) y Alex Dujsebaev (seis) mantienen la frescura del Europeo, lo que sin duda es un activo para sus clubes en la Champions League, el Nantes francés y el Kielce polaco. Pero un equipo coral como el español despuntar es cosa de todos.