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DOCUMENTAL 'PATH TO EVEREST'

Kilian Jornet: "Llegué a odiar mi nombre; es duro ser mito sólo por correr rápido"

El deportista presenta 'Path to Everest', el documental que mejor le retrata y que incluye las cimas de su vida. "En el Everest no hice nada histórico", explica a As.

Kilian Jornet: "Llegué a odiar mi nombre; es duro ser mito sólo por correr rápido"

A menos de 700 metros de altitud y en pleno centro de Madrid a un superhombre como Kilian Jornet la vida se le complica algo más que en alta montaña. Pero el estreno de Path to Everest (Camino al Everest), el documental que mejor le retrata y que incluye las cumbres de su vida hasta la doble ascensión al techo del mundo, bien merece el esfuerzo de pisar por unas horas la gran ciudad. El tiempo justo. A un ritmo diferente. 

Así, en El Palacio de la Prensa situado en plena Plaza de Callao y junto a la Gran Vía, Jornet dio esta semana, en lugar de poderosas zancadas, una serie de titulares bien alejada del deportista al uso. "Al completar la segunda ascensión al Everest no tuve la sensación de estar haciendo algo histórico", admitió. "El cerebro allá arriba no funciona. Funciona para sobrevivir y el resto da igual. Piensas en bajar, en la acción. No hay emoción allí arriba. Estaba concentrado en lo que tenía que hacer. Aunque sintiera euforia. Luego sí piensas en la gente que ha estado en el proyecto, en la familia y dices lo siento porque no llevaba el móvil ahí arriba... (Risas). Creo que en el deporte, que es una actividad íntima, egocéntrica y muy personal, no hay nada histórico. Decir que por hacer deporte haces algo histórico es muy estúpido", insistió. 

Y ya en el documental llegaron las confesiones más abiertas de toda su vida y la reflexión más dura sobre su primera gran crisis personal. "Llegué a odiar a Kilian Jornet. A mi foto. Podría ser una mierda, un maltratador, un nazi o un asesino... Nadie sabe nada de mí. Es duro verme a mí mismo como un ídolo o un mito para alguien sólo porque corro rápido. Me siento sucio por la admiración de la gente, por este mundo fanático", cuenta. Un alma libre abrumada por el éxito y la exposición mediática y con una tendencia autodestructiva, como apunta su madre Nuria Burgada, en varias ocasiones a lo largo de la cinta. 

El segundo momento más complicado llegó con la muerte de Stéphan Brosse, su amigo y mentor, mientras entrenaban juntos. Una grieta separó el destino de los dos. "Me preguntaba por qué no caí yo y por qué cayó él. Fue una época en la que bebía mucho alcohol. Y no me gusta. Nunca bebo. Pero me emborrachaba cada semana. Competía, hacía las carreras y ganaba... En el fondo estaba triste. La manera de salir de eso era emborrachándome y durante las carreras poniéndome en situaciones que me acercaran a la muerte", cuenta. 

Y de ahí a las cumbres de su vida dentro del proyecto Summits of My Life (Las Cumbres de Mi Vida) y la doble ascensión al Everest sin cuerdas ni oxígeno ni paradas intermedias, que causó asombro entre los sherpas. "Tú no eres un hombre. Tú eres un mono", le dijeron.

Y entre los elogios más entregados figura también el del mito Reinhold Messner, pionero en la ascensión sin oxígeno: "Estoy escribiendo un libro sobre la evolución del alpinismo tradicional y Kilian no aparecerá en él. Ahí no es nadie", sentencia

Path to Everest asoma en su mejor momento como atleta como el documental que mejor retrata al superhombre y el círculo que le rodea. Desde su pareja Emelie Forsberg a sus múltiples compañeros de aventuras a lo largo de su vida.

"Espero que os guste la película", dice Jornet a toda una sala llena a reventar. Aplausos al empezar y al terminar. Y sin perder tiempo rumbo de nuevo a la montaña. Lejos de la gran ciudad. 

Aquí más información sobre el documental y el listado de cines donde se proyectará Path to Everest