La absoluta victoria de Roger Goodell sobre Jerry Jones
El comisionado de la NFL ha acabado sacándole dos millones de dólares al dueño de los Dallas Cowboys como final de su pelea personal.
El año pasado Jerry Jones, el propietario de los Dallas Cowboys, emprendió una batalla personal contra Roger Goodell, comisionado de la NFL, en la que quiso demostrar todo su poderío, toda la capacidad que tiene uno de los hombres más poderosos del mundo de los deportes, nada menos que el dueño del equipo más valorado del mundo. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la derrota que se ha llevado ha sido absoluta, devastadora y sin opción ni a réplica. Aplastamiento inclemente.
Esta semana se ha sabido que Jones tendrá que reembolsar a la NFL nada menos que dos millones de dólares en concepto de honorarios legales. El motivo es que se embarcó en un proceso de apelación de la suspensión de seis partidos que el comisionado impuso a Zeke Elliott, corredor de los Cowboys. Elliott fue acusado de dos episodios de violencia doméstica y, aunque la justicia le exculpó en ambos casos, la liga fue mucho más dura y le dejó sin jugar más de un tercio de la temporada regular. Esa sanción, sin duda alguna, fue clave para que el equipo no jugase playoffs.
Jones fue mucho más allá de las protestas habituales de los propietarios de franquicias en casos similares, y encabezó el proceso legal de apelación. Lo perdió, porque el pasado convenio colectivo firmado por el sindicato y la NFL da todo el poder sancionador al comisionado, como ha quedado demostrado una y otra vez, y la justicia no puede hacer nada para impedir un acuerdo firmado por las dos partes.
El problema de fondo es que, además, el dueño de los Cowboys usó este tema para tratar de paralizar la renovación de Roger Goodell en su cargo. Goodell, que dirige la NFL desde 2006, estaba en pleno proceso de ampliación de contrato. Un grupo de seis propietarios estaban encargados de esta negociación, y contaban con el voto a favor de todos sus compañeros.
Pero Jones, enrabietado, quiso saltarse la jerarquía y la autoridad de sus compañeros, y quiso decir no al trabajo que habían realizado, para impedir la renovación de Goodell. El resultado fue un enfado tremendo de sus colegas y, a la vez, que sus quejas fueran desoídas.
Y, así, Goodell, que había ganado 216 millones de dólares entre 2006 y 2017, tiene la opción de ganar hasta 200 millones de dólares en los próximos cinco años, esto es, hasta 2022, que es cuando concluye su actual contrato.
Jerry Jones, pues, ha visto como Zeke Elliott cumplía entera su sanción, como Goodell renovaba con una condiciones extraordinarias en su puesto y tiene que aguantarlo hasta 2022 (al menos) y, encima, tiene que pagar dos millones de dólares de multa.
No, en serio, creo que la paliza es de las que hacen época.