Garabaya: "Soy un programador que se dedicó al balonmano"
El pivote del Ciudad de Logroño, de 39 años, se retira al acabar esta temporada después de 22 en la Asobal: "Ojalá me echen de menos".
Antes de empezar la temporada, Rubén Garabaya (Avilés, 39 años) anunció que sería la última como pivote profesional: “Quería tomar yo la decisión, no que me echaran”. Como “autohomenaje”, cambió su habitual número 17 por el 22, las campañas que lleva en la Asobal (sólo le superan Hombrados, con 26, y Juanín y Hernández, con 23), y el apellido paterno por el de su madre: Arenas.
Establecido en Logroño desde 2010, en este último curso compagina el balonmano con su negocio de venta y reparación de móviles: “Siempre supe que mi trayectoria acabaría y debía prepararme para otra etapa fuera de las pistas como padre de familia (tiene dos hijos junto a Nuria, Martina y Nicolás). Da vértigo dejarlo después de tanto tiempo”. También estudia un grado de ingeniería informática, es técnico en desarrollo de aplicaciones y dispone de licencia como entrenador. Y se confiesa para As: “Me considero un programador que se dedicó al balonmano”.
Campeón del mundo en 2005, ex de Ademar, Cangas, Valladolid y Barça, a Garabaya no le convence la evolución de su deporte: “Ha perdido nobleza y el juego cada vez resulta más físico”. Pese a la crisis de las competiciones nacionales, le gustaría que el oro europeo de los Hispanos ayude con “un impulso necesario”. A él le queda "la espinita de no ganar Liga y Champions" y desea que se le recuerde “como un buen profesional”: “Ojalá me echen de menos, significará que lo hice bien”. Hoy realizará su última visita al Palau.