Nace la XFL, la competidora purista y pro-Trump de la NFL
Vince McMahon, el dueño de la WWE, ha anunciado su intención de poner en marcha una liga de fútbol americano que vuelve el deporte a sus raíces.
A la NFL al fin le ha salido competencia. Bueno, algo parecido.
Vince McMahon ha anunciado la puesta en marcha para la temporada 2020 de la XFL, una liga profesional de fútbol americano que tratará de devolver este deporte a unas raíces puristas que, según este empresario, la NFL ha abandonado.
La competición constará de ocho equipos que disputarán diez jornadas, dos finales de conferencia y la gran final. Se disputará en los meses finales del invierno y la primavera. El ritmo de juego se pretende que sea altísimo, con partidos que no sobrepasen las dos horas (los de la NFL se van por encima de las tres horas de media) y la experiencia para el aficionado va a ser, prometen, mucho más ágil, familiar y cercana que en la gran liga.
Hasta aquí el marketing. Y hasta aquí todo lo que se puede decir pues, de momento, no hay equipos, no hay ciudades que hayan mostrado interés por tener alguna franquicia, no hay campos reservados, no hay contratos de televisión o stream por internet... no hay nada más que la idea.
Y, a partir de aquí, lo que sí sabemos que hay.
Vince McMahon es el dueño y presidente de la WWE (World Wrestling Entertainment), la "competición" por excelencia del mundo de la lucha libre. Uno de los mayores espectáculos del mundo. Heredó el negocio de su padre y lo llevó a grandes cotas de popularidad. Y ahí sigue.
A la vez, McMahon es un gran amigo, socio y colaborador de Donald Trump. No se entiende este movimiento sin explicarlo con la política por medio. Trump ha hecho bandera anti-NFL durante todo este año; de hecho, mucho antes de este año. Ha sido un hombre rechazado por la liga hasta en dos ocasiones y su empeño en comprar una franquicia de la liga de fútbol americano ha chocado siempre, ya desde los años 80, con el resto de propietarios, que no le querían, hablando en general.
De ahí que el hoy Presidente de los Estados Unidos de América lleve mucho tiempo diciendo que la liga es muy aburrida, que se ha convertido en floja y, encima, ahora es antiamericana. El hecho de que los jugadores afroamericanos decidieran protestar ante el himno y la bandera por el racismo del país le llevó a pedir que los despidieran, y a que los aficionados abandonaran los campos.
Es por eso que McMahon a la hora de presentar la XFL dejó claro que era una liga sólo para hablar de fútbol americano, que era lo único que importaba, y que no habría política. Que el himno sería respetado por reglamento y que cada jugador que tuviese un mínimo encontronazo con la justicia, aunque fuese una multa por conducir bajo los efectos del alcohol, sería expulsado de manera inmediata.
Además, y aunque con la boca pequeña aseguró que quería que la competición fuera segura, también subrayó que la actual NFL era muy aburrida como estilo de juego, algo que lleva aparejado que le gustaba más cuando había golpes más duros.
Quizás todas las críticas de Trump, y su círculo tanto de colaboradores como de seguidores y votantes, son las que han llevado a que se cree la XFL. O quizás la idea de poner en marcha esta liga estaba presente hace tiempo y el Presidente de los Estados Unidos ha aprovechado toda esta temporada para hacer marketing de guerrilla al respecto. No importa, lo que parece evidente es que separar ambas cosas resulta un tanto inocente.
La XFL ya existió en el año 2001, participada entre McMahon y la cadena de televisión NBC. Y fue un gran fracaso. De hecho, una gran figura de la cadena como Bob Costas se negó a participar en las retransmisiones y, con gran sorna, explicó: "llevaba tiempo diciendo que lo que Estados Unidos necesitaba era una mezcla entre mal football de instituto y un Strip Club cursi. Al fin alguien lo ha llevado a cabo". Aquel único año de existencia concluyó con la victoria del equipo de Los Angeles sobre el de San Francisco en la gran final.
¿Habrá XFL en 2020, pues? Ni idea, pero no os negaré dos cosas: football en marzo, abril y mayo, para mí, sería estupendo, casi sin importarme si es de mucho nivel o no; y el tono reaccionario de todo el asunto quizás, quizás tenga más tirón en el 2020 que en 2001. En cualquiera de los casos, todo lo que está detrás de esta idea no deja de ser tan poco sutil como un sack de Jadaveon Clowney.