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Los Angeles Rams 13 – Atlanta Falcons 26

Los Falcons deslumbran en una trabajada victoria sobre los Rams

Atlanta superó a Los Angeles Rams en un partido muy serio e igualado en el que supieron hacer valer su experiencia en playoffs y el poderío de su defensa.

LOS ANGELES, CA - JANUARY 06: Wide receiver Julio Jones #11 of the Atlanta Falcons makes a touchdown catch in front of strong safety John Johnson #43 of the Los Angeles Rams as wide receiver Taylor Gabriel #18 celebrates during the fourth quarter of the N
Harry HowAFP

De pronto, como quien no quiere la cosa, el ‘tapado’ de la conferencia Nacional ha irrumpido en los playoffs dando un trompetazo en Los Angeles y dejando fuera a unos Rams que eran el equipo de moda. Atlanta ha estado todo el año bajo el radar, en una división protagonizada por unos Saints muy espectaculares y unos Panthers sorprendentes, pero el sábado quedó muy claro que el que tuvo, retuvo. Los Falcons no jugaron la Super Bowl hace once meses por accidente, siguen siendo un equipo muy sólido con muchas soluciones ofensivas, y mucha capacidad para reajustarse durante los partidos. Pero, sobre todo, tienen una defensa terrorífica, tremendamente agresiva, que lee de maravilla cada jugada rival.

Por eso, de repente, los Falcons han dejado de ser un invitado de última hora a los playoffs, clasificado con el seed 6, para convertirse en legítimos aspirantes a todo, y más después de haberles visto jugar contra los Rams y sabiendo que la semana que viene tendrán enfrente a unos Eagles devaluados en las últimas semanas con Foles al frente del ataque. Y eso sin quitar mérito a unos Rams que jugaron un partido muy serio, sin los nervios y los errores típicos de un equipo joven y sin experiencia en playoffs.

Dos defensas muy dominantes

La batalla empezó de poder a poder… defensivo. Ambos equipos estaban maniatados en ataque mientras los tres y fuera se sucedían. Una dura partida de ajedrez estaba servida y los amantes del juego de trincheras se frotaban las manos mientras uno y otro equipo peleaban por sacar ventaja territorial en un duelo de punters.

La dinámica se rompió con un error en uno de los retornos de punt, cuando el balón tocó en un jugador de los Rams y fue recuperado por los Falcons. La serie acabó de nuevo con tres intentos infructuosos, pero sirvió para que Matt Bryant abriera el marcador con un field goal de 29 yardas gracias a la buena posición de campo.

Tras esa anotación ambos equipos parecieron animarse y empezaron a mover las cadenas con un poquito más de fluidez, sobre todo en el lado de Atlanta, donde Julio Jones conseguía un par de buenas jugadas y su equipo volvía a llegar a distancia de field goal para ponerse 0-6, lo que visto lo visto el desarrollo del partido hasta ese momento, comenzaba a parecer una diferencia hasta considerable.

Errores de equipos especiales

Un nuevo error de equipos especiales de los Rams, en el retorno del kickoff siguiente a la anotación, devolvió de nuevo el balón a los Falcons en otra magnífica posición de campo. No desaprovecharon la ocasión para que Freeman anotara un touchdown de carrera que dejaba el marcador 0-13 y el partido muy encarrilado para los visitantes.

Los Rams estaban colapsados en ataque y no conseguían mover las cadenas frente a una defensa de Atlanta igual de agresiva que siempre, que no dejaba pensar a Goff y paraba a Gurley en cuanto cogía el balón. Sin embargo, fue el corredor de los Rams el que rompió esa dinámica con una carrera de 26 yardas, con 15 de regalo por violencia innecesaria, que dio el aire que necesitaba Goff para coger confianza y empezar a descifrar a la defensa rival, sobre todo gracias a la ayuda de un Robert Woods inspiradísimo. Poco después, el quarterback conectaba con Kupp para reducir distancias con un touchdown (7-13). La tortilla se estaba dando la vuelta y era el ataque de Atlanta el que se quedaba sin ideas, mientras Goff volvía a echarse el equipo a la espalda para cruzarse el campo en el minuto final antes del descanso y que Ficken anotara un field goal de 35 yardas (10-13). Para entonces, los Rams ya habían perdido a Michael Brockers, lesionado, pero su front seven había seguido siendo igual de asfixiante, pese a una baja tan importante.

Los Falcons insisten por tierra

Tras el descanso, los Falcons cambiaron completamente su plan de juego y empezaron a insistir con la carrera. Freeman y Coleman martilleaban incansables mientras la defensa de los Rams, que en la primera mitad se había dado un festín persiguiendo a Matt Ryan, tenía muchos más problemas ante los escurridizos corredores de Atlanta. Como regalo, los visitantes alargaban mucho su primera serie y empezaban a jugar con el reloj a su favor. El premio de un field goal les supo a poco después de que su impecable serie se atascara en las últimas yardas, pero volvían a abrir una diferencia de seis puntos (10-16) que no iba a ser sencilla de remontar si el choque continuaba por los mismos derroteros.

A partir de ese instante la maquinaria ofensiva de los Falcons cogió velocidad de crucero. Una vez asentado el ataque terrestre, Matt Ryan disfrutó de más tiempo para pasar y el peligro empezó a llegar también por aire, con Julio Jones apareciendo cuando más falta hacía. Y si las cosas no salían del todo bien, aparecía Matt Bryant, uno de los mejores kickers de la competición, para anotar un field goal de 54 yardas que daba a su equipo una ventaja de dos anotaciones (10-19).

Quedaba un cuarto por delante y los Rams no se iban a rendir. Sobre todo porque cuando más falta hacía irrumpió de nuevo el mejor Todd Gurley para conseguir 47 yardas en dos carreras consecutivas que acercaron a su equipo a distancia de field goal. 13-19 en el marcador y de nuevo las espadas en todo lo alto con casi once minutos por jugar. El equilibrio del partido era inestable y podría inclinarse la balanza en cualquier dirección en el momento en que uno de los dos equipos cometiera un error grave o consiguiera anotar un touchdown.

Julio Jones da la puntilla

El que terminó por liarla fue Mohamed Sanu en una jugada de screen que sorprendió a la defensa de los Rams y terminó con una ganancia de 53 yardas. Para redondear la faena, y confirmar que todo se le estaba poniendo de cara a los Falcons, Matt Ryan lanzó un pase a Julio Jones a la remanguillé, mientras resbalaba y caía al suelo, que el receptor atrapó para firmar el segundo touchdown de su equipo. El marcador reflejaba un 13-26 a falta de menos de seis minutos que parecía dejar el partido casi sentenciado.

Los Rams pelearon hasta el último instante y rozaron el touchdown antes del two-minute warning, pero a Higbee se le cayó un balón en la end zone y Goff no pudo completar en cuarto down. Así terminó un partido magnífico con calidad de final de conferencia, que hará subir a los Falcons como la espuma en las casas de apuestas y no debe dejar un mal sabor de boca a unos Rams que lo dieron todo y tienen por delante un futuro muy prometedor.