Homenaje a Juan de Dios: “La pista es para disfrutar”

Para una institución como Juan de Dios de Román no hacen falta presentaciones, pero Paco Blázquez, presidente de la Federación (RFEBM), le introdujo antes de su homenaje en Vigo como “uno de los artífices de la grandeza del balonmano español; tanto en la pista, como entrenador, como en los despachos, como gestor”. Blázquez le entregó un cuadro y José Ramón Lete, secretario de Estado para el Deporte, le obsequió con una placa: “Se lo merece todo”.

Juan de Dios no quiso robar protagonismo al partido del Internacional entre Hispanos y polacos: “En la pista no se habla, la cancha está para jugar y para que los espectadores disfruten de nuestro deporte. Y como ya he consumido 26 segundos de los 30 que me había propuesto, sólo puedo decir gracias. Muchas gracias a todos”.

El extremeño comenzó su andadura en los banquillos en 1971, con el Atlético de Madrid. Hasta 1985 logró cinco Ligas y cuatro Copas del Rey. En 1984, de cara a los Juegos de Los Ángeles, se hizo cargo de la Selección. Preparó a España hasta Seúl 1988 y dos años después regresó al Atlético, hasta su desaparición en 1992.

Medallas

Retomó el mando de la Selección en 1995, y cosechó una colección de podios entre Europeos y citas olímpicas, la primera edad dorada para el balonmano nacional. De 2002 a 2005 dirigió al Ciudad Real, sumó sus últimos títulos como técnico y se pasó a la gerencia. De 2008 a 2013 presidió la RFEBM, organizó el Mundial y se alcanzó el oro.

A pesar de su excelente historial, Juan de Dios presume de su otra faceta, la de profesor. Impartió clases de educación física y lengua, además de cursos de balonmano. “Siempre lo he dicho, he sido mejor profesor que entrenador”. Humildad, trabajo y resultados, Juan de Dios Román recibió su homenaje por su brillante trayectoria.