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NATACIÓN

"La clave cuando llegan los éxitos es acostumbrarse"

Jessica Vall atendió a AS desde Conpenhague, después de proclamarse campeona de Europa de 200 braza y completar sus mejores campeonatos.

Jessica Vall y su bronce.
Jens Dresling

¿Cómo se siente después de proclamarse campeona de Europa?

Estoy muy contenta por todo el campeonato. Sobre todo por la medalla en los 100, porque eso no me lo esperaba y además logré romper la barrera del 1:05. Eso me dio mucha confianza, aunque este última jornada acusé el esfuerza por la mañana. Pero creo que me tengo que acostumbrar a esto.

Y también al éxito...

Sí, es la clave para que no te afecte. Lo mejor es acostumbrarse al éxito. Es importante todo lo que me ha pasado este año. No estoy entra las mejores del mundo en la braza, pero sí que he conseguido meterme entre las mejores de Europa. Hay que seguir mejorando.

¿Cómo vivió la final de los 200?

Empecé con dudas porque, como le decía, por la mañana no tenía buenas sensaciones. Pero desde las primeras brazadas me di cuenta de que la táctica que habíamos diseñado de la carrera era buena. Debía apretar en el 150 para escaparme, y cuando vi que lo hice... Es un sueño hecho de realidad lo de ganar el oro.

¿De qué le sirve este perfeccionamiento en piscina corta con visitas a la temporada de piscina olímpica?

He tenido que trabajar los virajes, la fuerza explosiva de piernas... Pero al final lo importante es el feeling que sientes en el agua, lo cómoda que estás. Sigo las instrucciones de Jordi Jou, con quien lo trabajo en las sesiones.

¿Tendrá una Navidad tranquila?

Sí. El próximo fin de semana compito en la Copa de Clubes que es en mi club, el CN Sant Andreu, y nos hace ilusión. Luego tengo descanso del 24 al 1 de enero. Y el día 3 nos vamos de concentración a Lanzarote. Y a afrontar otro año ilusionante, intentando dar un paso más.

¿Alguna felicitación que le hizo especial ilusión?

La de amigos, familiares y mi pareja. Pero también me quedo con la de mi compañera Marta González, quien me envió un mensaje y me dijo que hubo un terremoto de 3,5 grados por mis medallas.