Sin Carson Wentz, los Eagles pierden la magia
El equipo de Philadelphia ha ganado la NFC Este y tiene el mejor récord de su conferencia, pero sin su quarterback titular sus opciones se hunden. Clemson vs Alabama, National Championship en vivo: NCAA
Carson Wentz se lesionó ayer en su rodilla. Intentó anotar un touchdown corriendo y fue atrapado entre dos defensores de los Rams que le emparedaron y le hicieron mucho daño. Hoy se le practicarán las pruebas pertinentes y lo que se espera es que confirme la sensación de que se ha roto los ligamentos y, por lo tanto, que no va a jugar más este año.
Es doloroso. Un chico de segundo año que estaba siendo una de las grandes sensaciones de la liga. Candidato claro a pelear por el premio de MVP. Y quarterback de los Phialdelphia Eagles que, ahora mismo, son el mejor equipo de la competición en cuanto a récord al tener 11 victorias y dos derrotas, algo que comparten con los Pittsburgh Steelers y que pueden igualar esta noche los New England Patriots. Nadie más. Han ganado ya la NFC Este, por lo que están clasificados para playoffs, y parecen destinados a tener un bye en la semana de wild card.
Todo eso queda en un segundo plano ante esta lesión, por supuesto.
No significa esto que el equipo pase a ser despreciable, ni mucho menos. La asombrosa capacidad de los Eagles este año ha sido la de convertir a su equipo en una perfecta máquina de football en todas las fases del juego. La defensa sigue ahí, siendo una de las fuerzas más completas de toda la liga. La línea ofensiva rinde a gran nivel incluso tras la lesión de Jason Peters. Y el grupo de jugadores de posiciones de habilidad, con Agholor, Jeffrey, Ertz y la feliz suma de Ajayi, es de las de meter miedo.
Es más, Nick Foles, el sustituto de Wentz, es un veterano de la liga que algo sabe de jugar al fútbol americano. No hay que olvidar que en el año 2013, en los mismo Philadelphia Eagles, fue titular en diez partidos, de los cuales el equipo ganó ocho y jugaron los playoffs.
Lo que se pierde, lo verdaderamente relevante pues, es la magia. Esa sensación incomparable que distingue a los quarterbacks élite de los que no lo son y que se traduce en que les ves en el pocket en tercera y ocho y lo que te viene a la cabeza es que va a convertir el pase más allá de la línea de primer down con total seguridad, mientras que los demás se van a conformar con una jugada de seguridad o un incompleto lejano.
Esa forma de huir del peligro, de esquivar el sack, de no dejar de mirar en profundo, de tener todo el campo y a todos los jugadores en la cabeza aún en lo más duro del fragor de la batalla, esa capacidad para salir corriendo hacia el lugar correcto y la yarda necesaria.
La mayoría de QBs de la liga, y diría que Nick Foles está entre ellos, puede ejecutar un plan de juego con eficiencia y profesionalidad, puede mantener a su equipo en los partidos si no comete errores y puede encargarse de sumar su granito de arena para que, en un conjunto tan tremendo como estos Philadelphia Eagles, se pueda seguir avanzando y se puedean seguir ganando muchos partidos.
El problema es que es seguro que habrá que jugarse el partido, la temporada, en un cara o cruz y, ahí, no hay nada más apreciado que la magia de un quarterback tocado con la varita de los dioses para jugar a esto. Y Carson Wentz lo tiene. Y los Philadelphia Eagles, probablemente, van a tener que vivir sin ese factor. Y eso eso es muy, muy complicado.