España dominó el último Villa de Madrid de formato clásico
Pese a las lesiones y bajas de última hora, la Selección no perdió ningún combate con Portugal, también con bajas
La XXXV edición del Villa de Madrid reunió esta mañana en el Madrid Arena (3.500 espectadores) a los tres directivos más influyentes del karate nacional, los Antonio: Espinós, presidente de la Federación Internacional; Moreno, de la Española; y Torres, de la Madrileña. Por separado los tres asumen que el modelo actual se ha quedado obsoleto, y que el triunfo de España ante Portugal tampoco tiene más trascendencia que un choque amistoso. Para el futuro, Madrid, que acogerá el Mundial de 2018, tendrá un torneo puntuable para el ránking mundial, aunque eso será para 2019.
En la parte tradicional, en el combate por países, España ganó tres de los cinco encuentros con Portugal; los otros acabaron en empate. A última se cayó de la lista Cristina Vizcaíno, la madrileña con una lesión de espalda, por lo que Rocío Sánchez entró en el quinteto. En los portugueses también se cayó Nuno Moreira, la estrella lusa, que tampoco participó en el Open.
El subcampeón del mundo júnior, Alejandro Molina, una de las esperanzas más claras del kumite nacional, se llevó un doble triunfo, porque además del éxito por equipo, se impuso en el Open masculino, con premio en metálico. En el Open femenino de kumite, la madrileña Rocío Sánchez se llevó el primer puesto.
Por lo que respecta a las katas, no intervino Damián Quintero, quien adelantó a principios de semana que no estaba recuperado, pero sí Sandra Sánchez, que fue la mejor en esta disciplina ratificado su condición de líder mundial. Xabier Pereda se llevó el título masculino.