“As nació de pie; las rotativas no pararon desde el primer día”
“Yo siempre pensé que los Montiel empezaron con la idea de que As fuera para Madrid, porque éramos muy pocos, una docena”.
Usted formó parte del grupo de periodistas que estuvo en el primer número de As. ¿Cómo llegó al nuevo periódico?
Yo estaba en Informaciones con Sarmiento Birba, Luis Arnáiz y Ramón Sánchez. Sarmiento era el redactor jefe, le ficharon para As y nos llevó.
¿Qué recuerda de ese primer número y ese primer día?
Yo siempre pensé que los Montiel empezaron con la idea de que As fuera para Madrid, porque éramos muy pocos, una docena. Se encontraron con la sorpresa de que As nació de pie y ese mismo día pasó de ser una edición de Madrid a nacional e internacional. Cuando Samaranch apretó simbólicamente el botón de la rotativa, yo estaba en la Gran Vía esperando a que abrieran los quioscos para llevarme el primer ejemplar y lo conseguí. Recuerdo que la rotativa no paró en toda la noche, desde toda España nos pedían el periódico.
¿Qué firmó en ese número 1 de As?
Tuve la suerte y el honor de escribir cuatro páginas y en la portada conseguí el autógrafo que nos dedicó Manolo Santana cuando llegó a Barajas desde Johannesburgo, como el héroe de la Davis. Escribí dos páginas sobre la llegada de los tenistas españoles y dos más sobre el accidente del Torino en una sección que se llamó ‘Fútbol tragedia’.
¿Cuál era el objetivo de As?
De primeras, todos teníamos muchas expectativas, hablábamos de que queríamos que aquello fuera una oportunidad, nuestro puesto de trabajo. Queríamos hacer cosas distintas a Marca, que era el gran transatlántico, romper, hacer algo con una visión más humanista. Y contábamos con dos grandes periodistas como Sarmiento Birba, una auténtica enciclopedia, y Rienzi, un periodista de raza que lo veía todo muy claro, el auténtico cerebro.
Con usted comenzó una etapa de reporterismo.
Al mes de vida de As, en la portada ya se podía leer “Miguel Vidal, un reportero de As por Europa”, que inauguré con un viaje a Milán para mostrar cómo vivía Luis Suárez, nuestro mejor futbolista entonces, o Helenio Herrera.
¿Sus mejores reportajes?
La entrevista con Nadia Comaneci, en Cluj Napoca, que entonces era inaccesible y el Gobierno rumano me dio por ello la Medalla Maestro Emérito del Deporte. Y la entrevista con Jesse Owens, en su lecho de muerte, por la que la Universidad de San Juan de Puerto Rico puso mi nombre a su cátedra de reporterismo en 1980.
¿Qué ha cambiado en el periodismo?
Antes había una visión más humanista, que se ha perdido. Teníamos un compañero, Juan Miguel Cobo, que todos los días a las 9 de la mañana estaba en la Ciudad Deportiva y Miguel Muñoz se asomaba y decía: “¿Está el del As? Pues podemos empezar a entrenar”.
¿Qué le pareció la fiesta del 50 aniversario?
As ha sido mi vida y estoy muy agradecido. Se ha hecho lo justo con nosotros, los fundadores, en el momento indicado.