Nadal: "He marcado diferencias, pero seguía un camino"
El tenista fue uno de los grandes protagonistas de la Gala de los 50 años de AS: "Todos los premios te hacen ilusión y más cuando vienen de un periódico que es un referente".
-¿Qué le parece que As le considere el mejor deportista español de la historia?
-Todos los premios te hacen ilusión y más cuando vienen de un periódico que es un referente a nivel deportivo, algo que le da más valor. Feliz por recibirlo. ¿Mejor deportista español de la historia? Bueno, soy consciente de que estoy dentro de un grupo importante y estoy muy agradecido a As por valorarme como tal, aunque hablar de mí mismo en esos términos no me gusta. En España hay gente que ha hecho muchos méritos. Es verdad que en el tenis he logrado cosas que no se habían conseguido antes, pero en otros deportes ha habido gente pionera. Ser el primero en algo tiene un valor especial. Yo he marcado diferencias, pero seguía un camino abierto con gente que ya había destacado.
-¿A quién hubiera votado usted si se lo hubieran pedido?
-No lo sé, no tengo todos los argumentos para tomar una decisión así. Severiano Ballesteros fue un referente mundial en el golf cuando aquí no había nadie. Miguel Indurain... varios. Este premio debe ser para alguien que ha sido un número uno en su deporte.
-¿Y qué le parece el reconocimiento que se hace a Mireia Belmonte?
-Lleva unos años muy, muy brillantes y aún no ha terminado. Está bien que se le dé el premio y ojalá que siga agrandando su palmarés. Es una deportista que transmite. Cuando la ves en la piscina, emana energía, esfuerzo y espíritu de superación.
-¿Qué hazaña del deporte español le impresionó más?
-Era muy pequeño, solo tenía seis años, pero me emocionó mucho el oro de Fermín Cacho en los 1.500 de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Lo recuerdo con especial cariño porque a todos nos marcaron esos Juegos. El primer título de Fernando Alonso, el Mundial de fútbol que ganó España, algunos éxitos del baloncesto... Y en el tenis, fuera de España, la victoria de Goran Ivanisevic en Wimbledon fue muy bonita, y el triunfo en Roland Garros de Federer, que lo merecía después de muchos años...
-¿Cuál ha sido el mejor momento de su carrera hasta ahora?
-Es muy difícil quedarse con uno solo. La Copa Davis de 2004 fue inolvidable, con aquel partido contra Roddick; el primer Roland Garros; Wimbledon 2008, que fue el momento quizá más especial porque llevaba dos años jugando la final. El anterior, un pinchazo en la rodilla me impidió competir y encaje una derrota dolorosa. Y por destacar un año completo, yo diría que 2013. Después de volver de una lesión de ocho meses, fue una campaña muy especial.
-¿Y la peor experiencia?
-He tenido dos momentos muy complicados. La lesión del 2005 al final del primer año en el que estuve arriba realmente fue el primero. Tuve un problema en el pie izquierdo para el que no se encontraba solución. Varios médicos me dijeron incluso que quizá no podría competir a nivel profesional. Y el problema en el tendón de la rodilla izquierda en 2012 es el otro.
-Cuando empezó le gustaba la hierba, quería ganar en Wimbledon y parecerse a Moyá...
Yo no fui preparado para jugar en tierra. Los éxitos me llevaron a coger confianza en esa superficie, pero de joven me hacía ilusión jugar bien en hierba porque llevábamos muchos años en España sin que nadie lo hiciera bien ahí. Y no se me ha dado mal.
-¿Cómo le gustaría que le recordaran cuando se retire?
-Siempre digo lo mismo. Me gustaría que me recordaran como una persona sencilla, cercana y buena gente. Como buen deportista no hace falta que diga nada ni que recurra a una falsa humildad porque ya seré recordado por lo que he conseguido. Los logros están ahí.