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BALONMANO

Silvia Navarro, el ángel guardián de las Guerreras

La portera de la Selección es, con 38 años, la jugadora más veterana. Y con su 1,67, la portera más baja de la élite mundial

Silvia Navarro, el ángel guardián de las Guerreras
DIARIO AS
AStv

Cuando le preguntan a Silvia Navarro qué no debe faltar en la mochila de una guerrera, ella lo tiene claro: “Garra. Es imprescindible para jugar en la Selección de balonmano”. Lo dice desde la perspectiva que le da la edad, la más veterana de las Guerreras (Valencia, 1979) en el Mundial, y la tercera del grupo con más partidos internacionales: 168, sólo superada por Carmen Martín (200) y Chávez (178).

Asiste a la renovación de España sin mayores incertidumbres, porque comprueba que “hay compromiso en las chicas que llegan, y calidad e interés. Son muy buenas y están entrando según el plan del nuevo entrenador, Carlos Viver”.

Entre Silvia y Mbengue, la más joven, hay casi 20 años de diferencia, y las dos juegan en el mismo equipo, el Rocasa: “No veo esas diferencias, sino el interés, el trabajo, cómo mejoran las nuevas. Este bloque es bueno, tiene calidad y hay que darle tiempo. También existe una gran simbiosis entre veteranas y jóvenes, y eso es un plus para la Selección. Soy muy optimista”.

Hace un año se especuló con el adiós de Silvia, pero ahora mismo nadie lo insinúa: “Me encuentro bien, tanto en la Selección como en mi club, el Rocasa, en el que vamos a luchar por la Liga porque tenemos un equipo competitivo. Y con España me ocurre igual, que tengo mucha ayuda, mucha colaboración de mis compañeras. Llego tan motivada como siempre”.

Hace años que le lleva la contraria a la lógica: una portera de élite de menos de 1,70 metros (1,67). Y sobrevive. Además, es la que salva al grupo con sus paradas imposibles. “En esta etapa tengo mucha colaboración de mis compañeras porque una portera, sin defensa, no es nadie. En la Selección jugamos con muchas combinaciones, pero con Eli Chávez (1,92 metros) y Lara González (1,84) en el centro, cuando levantan los brazos me dan la comida masticada, porque ellas van al lado largo y yo sólo tengo que ir al corto”. Lo dice halagando a sus escuderas, restándose méritos, sin querer destacar, pese a que ha sido fundamental en tres de los cuatro grandes éxitos del balonmano femenino español”.

Para este Mundial, en el que las Guerreras debutan hoy contra Angola, no quiere adelantar pronósticos: “Lo mejor es ir día a día. Todas las selecciones son muy buenas, aunque Noruega sea la mejor de todas. Y España tiene ahora a su bestia particular en Francia, aunque es hora de que eso cambie”. Y lo van a intentar.