Susana Donadeu: la promesa del powerlifting en España
Ha batido el récord de España júnior en esta disciplina que aúna press de banca, sentadilla y peso muerto. "Apunta a nivel internacional", dice su entrenador.
La primera vez que Susana Donadeu compitió en powerlifting fue en Humanes, en un bar de moteros, con mucho ruido y viendo pasar cervezas. Lejos de dejarse intimidar, fue el espaldarazo para que esta madrileña de 21 años se haya convertido en la gran promesa en España de esta disciplina de fuerza, que aúna tres pruebas en una: press de banca, sentadilla y peso muerto. “Se suman los máximos de cada movimiento y la que más kilos hace gana”, cuenta esta estudiante de Medicina, que compite en menos de 52 kilos.
Pese a su ligero aspecto (mide 1,57), ha batido el récord de España júnior de press de banca en el pasado Nacional de Cádiz, donde hizo 52,5 kilos. En sentadilla llega a 100 y en peso muerto a 122. “Cuando tienes el ojo adaptado ves algo especial en deportistas y Susana lo tenía. Tiene proyección de competidora internacional”, cuenta su entrenador Samer Kichi, que guía a la powerlifter en el club Siderópolis, en el barrio de Ascao, desde que ella empezara hace dos años: “A mí me gustaba hacer ejercicios de peso libre en el gimnasio, empecé a poner kilos y kilos y vi en las redes sociales que en esto se competía. Hablé con un monitor Y aquí estoy, enganchada”.
El powerlifting en España es una disciplina “muy amateur y algo desconocida”, al contrario que sucede a nivel internacional, porque está reconocido como deporte por el COI. “Es una disciplina que está siendo más conocida ahora, pero lleva mucho existiendo. Cada vez somos más chicas en España”, cuenta Susana, que está acostumbrada a la pregunta: “¿Eres chica y levantas pesas?”. Ella responde: “Sí, soy chica y levanto pesas ¿qué pasa? Gente como Lydia Valentín ha abierto mucho las puertas y ha demostrado que podemos hacer deportes y de fuerza también. Si te gusta, pues hazlo”.
¿Y no ha pensado en pasarse a la halterofilia? “Me lo han preguntado, me gustaría aprender los movimientos. Me gusta el power. Aquí los movimientos son más rudos, en la halterofilia son más largos. A los 25 años se supone que se alcanza la mayor fuerza”.