Sin necesidad de milagro, Patriots le repite dosis a Falcons
Bajo una densa neblina, Tom Brady y los Patriots mantuvieron el mismo ímpetu contra Atlanta que fabricaron en la segunda mitad del Super Bowl pasado.
Y ocho meses después, los Falcons siguen sin detener a los Patriots.
Tom Brady y los New England Patriots se niegan a darle la vuelta al calendario y mantuvieron el ímpetu de la segunda mitad del Super Bowl para anotar los primeros 23 puntos y derrotar 23-7 a los Atlanta Falcons en una repetición del duelo por el campeonato de febrero pasado.
Bajo una densa neblina que por momentos impidió el accionar de dos dinámicas ofensivas, Tom Brady hizo lo mismo que bajo el domo del NRG Field de Houston, mover las cadenas, evitar los errores y mantener el ritmo del ataque. ¿El resultado? Dos pases de touchdowns, 21 completos de 29 intentos y un triunfo mucho más cómodo de lo anticipado por muchos.
El contundente triunfo no hubiera sido posible sin la drástica transformación de la defensiva de los Patriots, que llegó al juego como antepenúltima en puntos y última en yardas permitidas. En esta ocasión limitaron a Matt Ryan a solo dos conversiones en nueve terceras oportunidades. Frenaron dos de tres intentos en cuarto down y las 343 yardas son la menor cantidad que han permitido en toda la campaña.
Pero, al igual que a principios del año en Houston, fue la ofensiva de Patriots la que entró en ritmo, montando una ventaja de 23-0 gracias a conexiones anotadoras de Brady con Brandin Cooks para 11 yardas y con James White para dos yardas. Tres goles de campo de Stephen Gostkowski (29, 21 y 38 yardas) pusieron los últimos clavos en el ataúd de los Falcons.
Pero no necesitaron ayuda, los mismos Falcons fueron cavando su tumba hasta que la remontada quedó fuera de vista. Con la densa neblina, eso no fue muy difícil. Ingresaron cuatro veces a zona roja y solo consiguieron siete puntos. Les bloquearon un intento de gol de campo que pudo haberles dado la ventaja en el primer cuarto. Decidieron jugar en cuarta y siete en la yarda 47 a finales del segundo cuarto, lo que derivó en el segundo touchdown de los Patriots. Y jugaron en cuarto down desde la yarda uno a principios del cuarto final, nuevamente sin éxito tras una cuestionable selección de jugadas.
El único misterio que se gestó de este encuentro lo proporcionó la neblina que dio un toque macabro a unos días de Noche de Brujas.
Matt Ryan completó 23 de 33 envíos para 233 yardas con un touchdown, Julio Jones tuvo nueve recepciones para 99 yardas y Devonta Freeman ganó 72 yardas en 12 acarreos. Pero ninguno de esos números llegó en momentos importantes.
Los Falcons finalmente consiguieron los puntos en la segunda mitad que necesitaban hace ocho meses. Ryan lanzó pase de touchdown de una yarda a Jones, quien le arrebató el balón a Malcolm Butler en la esquina de las diagonales. Pero con 4:09 por jugar y abajo por siete puntos, no sirvió de mucho.
Con el triunfo, los Patriots (5-2) mantienen el ritmo dentro de un hacinado Este de la AFC, en donde lideran por escaso margen por encima de Bills y Dolphins (4-2). En tanto, los Falcons hilvanaron su tercer revés y se colocaron con registro de 3-3, por debajo de Saints y Panthers (4-2), en el Sur de la NFC.