Cuartero reapareció para lograr el empate del Benidorm
28-28. Al Guadalajara se le escapó su quinta victoria consecutiva cuando tuvo todo a favor para seguir su escalada en la clasificación
El Benidorm ha cosechado un merecido punto en la cancha del Quabit Guadalajara, evitando la quinta victoria liguera consecutiva de los morados (28-28). El partido estuvo marcado por el desacierto del Quabit en el lanzamiento, y también por las numerosas exclusiones en el Benidorm. Una cosa por la otra dejó el marcador en tablas, con toda justicia.
Mijuskovic saludó a su adversario con cinco paradas de mérito, dos de ellas desde siete metros. Sus compañeros hicieron el resto, endosando un parcial de 0-3 al Guadalajara.
Siete minutos y medio tardó el Quabit en conseguir su primer tanto. Los morados reaccionaron, acercándose poco a poco en el marcador, gracias a una buena defensa.
Sin embargo Benidorm, comandado por Carlos Grau y Paván, continuó mandando en el partido y recobró su renta de tres goles.
La exclusión de Rivero, en el cuadro levantino, propició el empate, mediada la primera mitad. El ataque local afinó la puntería y la igualdad se instaló en el marcador. Paván se erigió en pesadilla de la zaga local y de Jota Hombrados, y Javi Parra, por su parte, fue el desatascador alcarreño.
Las rotaciones en el Quabit no sirvieron para despegar, y César Montes decidió detener el crono para plantear una nueva estrategia. Pero Benidorm continuaba pegado al partido, como una lapa. Ni siquiera la postrera exclusión de Eloy González, por protestar reiteradamente una decisión arbitral, permitió a los pupilos de César Montes tomar ventaja. En la reanudación, Benidorm cogió de nuevo el timón del choque, con dos tantos de renta, que rápidamente neutralizaron los alcarreños.
Despertó Simonet con dos dianas seguidas. Una vez más empató el Quabit, propulsado por una nueva exclusión, esta vez del lateral José Antonio Calderón. Pero Mijuskovic sacó de nuevo manos y piernas a pasear, desquiciando a los lanzadores morados.
Un gol de Víctor Vigo y un pasivo de Benidorm, provocado por una agresiva defensa individual, encendió la grada. Sin embargo Salinas, desde los seis metros, acalló a la afición local.
La expulsión por roja directa de Carlos Grau, por una fea entrada al extremo Nacho Moya, hizo daño a la escuadra alicantina. Cuando Javi Parra anotó el 25-22, "Zupo" Equisoain, técnico del Benidorm, pidió un tiempo muerto. Con dos goles de ventaja y tres minutos por jugar, César Montes detuvo el crono. Paván, a lo suyo, acortó diferencias (ocho goles hizo hoy el lateral cubano). El Quabit regaló la última posesión a Benidorm, y Zupo diseñó una jugada que terminó en pena máxima. Transformó Cuartero, en su única acción del choque, otorgando un merecido punto a Benidorm.