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Washington Nationals

Los Nationals se equivocan al no seguir contando con Dusty Baker

La temprana eliminación de Washington por segundo año consecutivo en playoffs se cobra su primera víctima y no es otra sino el veterano entrenador.

Dusty Baker no seguirá siendo el entrenador de los Washington Nationals en 2018.
Getty Images

Hubo un tiempo en el que conseguir plaza en playoffs era mérito suficiente para poder seguir entrando en los planes del club al año siguiente. Si el modo de conseguirlo era a través del título divisional, era motivo de orgullo por el hecho de poder colgar el banderín y tener tantas opciones como el que más de cara a levantar el trofeo del comisionado. Si a todo lo anterior se le suma que jamás en la historia del club se han logrado dos títulos divisionales consecutivos, tendría que ser argumento más que suficiente para seguir a los mandos en la siguiente temporada.

Salvo que estemos hablando del béisbol en el año 2017.

Dusty Baker se une a John Farrell como el segundo técnico en haber hecho los méritos anteriores, en su caso en sus únicas campañas al frente de los Washington Nationals, pero que no decantan la balanza a su favor para seguir con los capitalinos.

En una carta abierta por parte de la franquicia, se destacaba que “ha sido una decisión extremadamente difícil para nosotros. Dusty ha liderado al equipo a la hora de hacerse con títulos divisionales consecutivos por primera vez en nuestra historia y representó a nuestro equipo con clase tanto dentro como fuera de los terrenos de juego”, afirmaba el club. “Le damos las gracias por los éxitos que hemos disfrutado a lo largo de los últimos dos años y le deseamos nada más que lo mejor en el futuro.”

En definitiva, “ganar muchos partidos y títulos divisionales no es suficiente”, (el GM) Mike Rizzo dixit.

Una víctima propicia

Lo primero que llama la atención es el hecho de que los Nationals se deshagan de una presencia veterana como Baker, que había conseguido rehacer la cultura en el vestuario tras el tumultuoso último año de Matt Williams como máximo responsable del club.

Todos estamos de acuerdo con que Dusty ha sido protagonista de decisiones cuestionables durante su breve etapa en el D.C., pero también lo es que ha hecho un trabajo extraordinario con un personal fabuloso en algunas áreas… y no tanto en otras como el bullpen.

Una vez que el club acometió los refuerzos que no vieron necesarios durante la offseason, pensando que era suficiente con lo que había en la plantilla, el equipo despegó incluso tras la inoportuna lesión de Bryce Harper que llegó justo a tiempo para la postemporada.

Pese que a Dusty se le ha achacado sus deficiencias tácticas y gestión de los miembros de su rotación, que es verdad durante su etapa al frente de los Cubs con los casos de Kerry Wood y Mark Prior, los Nationals apuntaban muy alto al comienzo de estos playoffs para los que contaban nuevamente con ventaja en la ronda divisional para caer siempre en el fatídico quinto encuentro.

Quizás haya pesado mucho la sonrojante racha del veterano de 68 años con 10 encuentros de eliminación directa… perdidos de forma consecutiva, pero no todo va a ser culpa de él. Nada más lejos de la realidad.

La interminable sucesión de desdichas en el momento en que Max Scherzer acude como relevo en el decisivo encuentro contra los Cubs no es responsabilidad de Baker, que hizo lo correcto al recurrir a ‘Mad Max’. Tampoco es su culpa que Matt Wieters cometa un error incomprensible que abre las compuertas para los Cachorros, ni que a José Lobatón le pillen durmiendo en primera o que previamente Jayson Werth pierda la pelota en los focos.

Probablemente ha sido la decisión más sencilla para ‘tapar’ los errores de cálculo de una gerencia que contaba un rendimiento determinado por parte de varios jugadores y que no se terminó produciendo.

Un balance positivo

Pese a las lesiones de Adam Eaton y ausencias prolongadas de Trea Turner y Bryce Harper, los 192 triunfos en dos años le sitúan como el poseedor del mejor porcentaje de triunfos en la historia del club, con un 59.3%.

Desafortunadamente para Dusty Baker, que no contaba con haber vuelto al dugout en las Mayores tras el fin de su etapa en los Cincinnati Reds, puede haber sido la última oportunidad de haber ganado el anillo como mánager, algo que se le ha resistido con Giants, Cubs, Reds y ahora Nationals.

Por parte de la franquicia capitalina, empieza el proceso de evaluar candidatos y con la espera de encontrar a alguien que insuflara tanto respeto y admiración como Dusty Baker, y cuyo primer desafío será manejar las expectativas de un equipo que comenzará 2018 sabiendo que Bryce Harper será agente libre en unos meses y todo lo que ello representa.