Los Yankees ‘cazan’ a Keuchel y marchan a Houston con ventaja
Los Baby Bombers solventan a su gran némesis con una gran actuación de Tanaka y la contribución de Aaron Judge y Gary Sánchez en el plate.
Si hay un aspecto fundamental en el béisbol son los ajustes, tanto por parte de los pitchers como por parte de los bateadores, a la hora de ofrecer tu mejor versión y que se incrementen las opciones de ganar por parte de tu equipo y esto es especialmente cierto en octubre, donde cada lanzamiento es un sufrimiento en vida y que puede tener un impacto colosal en el resultado final.
Definitivamente, la curva de aprendizaje de estos Baby Bombers no es la misma que para el resto de la competición.
Los jóvenes bateadores de los Yankees consiguieron solventar el enigma que ha sido para ellos Dallas Keuchel en el triunfo por 5-0 y sitúan a la franquicia neoyorquina al borde de su primera participación en las Series Mundiales desde 2009, que coincide con el último de los 27 títulos que adornan los muros del nuevo Yankee Stadium.
La dificultad de enfrentarse a un ‘Yankee Killer’
En el desarrollo frenético de los playoffs del béisbol y más concretamente de las Series de Campeonato, los locales pretendían que la emotiva victoria de la noche anterior, una que se fraguó a partir de la séptima entrada que se iniciaba perdiendo por cuatro carreras, tuviera visos de continuidad contra un rival formidable.
A lo largo de su carrera, Dallas Keuchel se ha confirmado como el némesis definitivo de los neoyorquinos, con un récord de 6-2 y una ERA de 1.09 sin haber concedido un home run en más de 50 entradas frente a un equipo que se ha caracterizado por ello, porque no se les llamaba los Bombarderos del Bronx por amor al arte.
En la reedición del primer encuentro de la serie y que va camino de convertirse en un clásico, Keuchel estaba obligado a frentar a estos Baby Bombers que contaban con el apoyo de un Masahiro Tanaka que está dejando una sensacional imagen en esta postemporada cuando había sido cuestionado (con razón) durante notables periodos de la campaña regular.
Y fueron estos ajustes, la capacidad de los Yankees de aprovechar las escasas imprecisiones de Keuchel para que ni siquiera los 8 strikeouts del zurdo terminasen convirtiéndose en un problema sino más bien lo contrario.
Porque al incrementar su cuenta de envíos, los neoyorquinos conseguían que Keuchel tuviese que abandonar el encuentro tras cuatro entradas y dos tercios, y poder centrarse en la línea más débil y visible del equipo dirigido por A.J. Hinch: su bullpen.
Un equipo en busca de su identidad
Sin embargo, antes de llegar a la marcha de Keuchel del encuentro, los Houston Astros tuvieron un par de oportunidades en las primeras entradas, situando corredores en tercera base y menos de dos outs o simplemente en posición de anotar desde segunda.
En circunstancias normales, una ofensiva como la de los Astros, que se ha caracterizado por liderar la Liga Americana por su productividad, explosividad, dinamismo y capacidad para poner la pelota en juego ha fallado de forma estrepitosa en situaciones clave en las que brillaban en temporada regular, pero se demuestra una vez más que los playoffs son un animal distinto gracias al excelente rendimiento del cuerpo de lanzadores de los Yankees sin diferenciar entre rotación y bullpen, que han conseguido que la marca de bateo de .159 como colectivo antes del quinto partido siguiese en los mismos términos en el último duelo en el Bronx.
Apoyado por las carreras iniciales de Starlin Castro impulsado por Greg Bird en la segunda y de Brett Gardner llevado a home gracias al doble de Aaron Judge, los Yankees se ponían 2-0 contra Keuchel, aunque la sensación era que la diferencia era mucho mayor.
El golpe definitivo
Con el zurdo intentando mantener a su equipo en el encuentro, los locales lograban exprimirle en una estresante quinta entrada en la que esos ajustes tras verse por tercera vez contra Keuchel dieron sus frutos a la hora de doblar la diferencia gracias a los dos mayores exponentes de los Baby Bombers: Su señoría Aaron Judge y un recuperado Gary Sánchez.
Gracias a ese 4-0 y Keuchel fuera del partido, Tanaka certificó la clase de actuación que se espera de un número uno a lo largo de 103 envíos y siete portentosas entradas.
El home run de Gary Sánchez contra Brad Peacock en la séptima entrada situaba el 5-0, pero no deja de tener su simbolismo por el tremendo sufrimiento que tanto él como Judge experimentaron en los encuentros de Houston… antes de ofrecer una versión más cercana a lo esperado ante su público.
El desenlace
Con los Yankees por primera vez por delante en las Series de Campeonato tras perder los dos partidos en el estado de la Estrella Solitaria, nadie puede negar que los ánimos están por las nubes tras derrotar a Dallas Keuchel y ver cómo el equipo que ganaba el quinto partido de la eliminatoria históricamente se ha impuesto en 41 de las 58 ocasiones anteriores. Ese 70.8% de éxito no es absoluto, pero lo reciben con los brazos abiertos a estas alturas.
Su siguiente desafío se llama Justin Verlander, que realizó una de sus mejores actuaciones en playoffs en el segundo partido al completarlo con una carrera concedida y 13 strikeouts. Los Yankees han mostrado una sobresaliente capacidad para hacer ajustes y esa prueba de fuego es de la clase que forjan las leyendas.
Por su parte, los Houston Astros confían que volver ante su público y con Verlander a su lado, sean las bases del éxito a la hora de forzar el séptimo encuentro.
Luis Severino lanzará para los neoyorquinos.