Súper sábado en EE UU: cuatro títulos mundiales, en juego
En el Barclays de Brooklyn se pondrán en liza tres de los cuatro títulos del superwélter. Mientras, en California, Leo Santa Cruz expondrá el suyo del pluma.
Si hay sábado en el que los aficionados al boxeo no se levantarán del sillón, sin duda, es este sábado 14 de octubre. TGB Promotions ha preparado un súper sábado difícil de igualar para los fans, sobre todo los estadounidenses. El día arrana en Londres con el interesante Groves vs Cox de las World Boxing Super Series, pero cuando entre la noche en Europa, tarde en Sudamérica y Norteamérica, la emoción será muy alta en dos frentes: el Barclays Center de Brooklyn y StubHub Center de Carson (California). En el primero se jugarán tres de los cuatro títulos mundiales del superwélter, en el segundo un título absoluto y una interino. Emoción a raudales.
La de Brooklyn es la velada que nadie se quiere perder. De los tres combates con entorchado destaca la que mide al cubano Erislandy Lara (24-2-2, 14 KO) y al invicto estadounidense Terrell Gausha (20-0, 9 KO). Lara llega a su quinta defensa del WBA del peso superwélter con un objetivo claro: pelear con el ganador de la secuela del Canelo vs Golovkin. El cubano es uno de esos púgiles que maravilla cada vez que sube al ring. Sus rápidos movimientos, combinados con una ejecución cuasi perfecta le hacen estar entre los mejores del mundo. Le faltan grandes carteles, en Brooklyn es el primero, después quiere más. Mientras, Gausha quiere confirmarse. Lleva una buena carrera, pero Lara es su primer rival de nivel. Es un examen.
El invicto Jarrey Hurd (20-0, 14 KO) pone en juego por primera vez su título IBF ante Austin Trout (30-3, 17 KO). El campeón venía con una carrera en progresión y la ratificó con el Mundial, pero en el boxeo no vale y muchos le acusan de tenerlo fácil, por ello, un excampeón mundial muy bregado como Trout será una piedra de toca inmejorable para medir su calidad. Más cuando el púgil de Nuevo México se la juega. Tiene 32 años y otra derrota le cerraría las puertas de los grandes combates.
Por último en Nueva York, está el duelo más igualado de la noche, el que enfrenta dos invictos: Jermell Charlo (29-0, 14 KO) y Erickson Lubin (18-0, 13 KO) por el WBC superwélter. Charlos es un prospecto que hace ya muchos combates que se convirtió en realidad. Es dos veces campeón por la WBC y quiere un victoria de prestigio que le confirme como uno de los mejores del mundo. Por su lado, Lubin llega con una gran progresión. Se mueve bien y golpea dura, y sobre todo quiere su momento de fama. Ganar el título ante un buen campeón como Charlo le daría mucho lustre. El campeón es favorito, pero la igualdad es alta. Son dos púgiles muy similares en cuanto a estilo y dinamita. Sobre el papel, será lo mejor de la noche.
Leo Santa Cruz: fácil defensa en Carson
Un ojo en Nueva York y el otro en Carson (California) donde Leo Santa Cruz (33-1, 18 KO) retorna al ring tras ganar a Frampton en enero. El mexicano no tiene una pelea a priori complicada frente a Chris Avalos (27-5, 20 KO), que viene de caer en tres de sus últimos cinco combates. El estadounidense quiere una oportunidad, pero por nivel de boxeo y superioridad técnica, Santa Cruz debería ganar por KO. Combate de rodaje (si se permite decir eso con el título en juego), pero del que no se puede fiar. Avalos siempre va a al frente y tiene la capacidad de aprovechar los errores del rival. Fácil si mantiene la atención y no se confía.
Santa Cruz y Avalos se juegan el cinturón absoluto del peso pluma y quien gana conocerá es misma noche su rival, ya que Abner Mares (30-2-1, 15) y Andrés Guitérrez (35-1-1, 25 KO) se miden por el interino del mismo peso y organización. Es decir, el vencedor sería el rival legítimo por el título absoluto. La de Mares y Gutiérrez si que es la pelea de la velada. Mares parte como favorito, quiere una nueva pelea con Santa Cruz y entregará todo. Los dos son púgiles con un marcado estilo mexicano, lo que se traduce en una guerra absoluta en la que podría pasar de todo. Combate igualado para completar una noche mágica.