Paquito y Sanyo se arreglan y ganan a Belasteguín y a Lima
México - Venezuela en vivo: Serie del Caribe 2019
El Open de Andorra terminó el lunes con el triunfo inesperado de Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez que remontaron a Belasteguín y Lima. Y no es que la victoria sea imposible, porque ya se habían enfrentado en ocho finales con reparto equitativo de triunfos, sino que en las condiciones en las que Navarro y Gutiérrez se apuntaron la semifinal, sin mirarse, sin hablarse, sin animarse, distanciados, era imposible que tuviesen ni la más mínima oportunidad ante los números uno.
La lluvia ha estropeado el Open de Andorra, y la final no se ha podido ver ni por el canal del propio Circuito. Los mal pensando llegaron a pensar que era porque el WPT no quería ofrecer una pobre imagen en la final. Si fue así se equivocaron los organizadores. "Nosotros sabíamos que no podíamos jugar en la final como lo hicimos en las semifinales, el único partido en el que hemos estado distanciados. Hoy hemos vuelto a ser un equipo, y hemos ganado en una gran final", declaraba Paquito Navarro tras la victoria.
Este quinto torneo que ganan Paquito y Sanyo ante la mejor pareja del mundo, además, ha sido remontando el 3-6 inicial que lograron Belasteguín y Lima, que también se metieron en la final tras un sufrido triunfo ante Cristian Gutiérrez y Stupaczuk, levantado un 0-4 en el tercer set. "Ha sido un enfado puntual, de los que pasan en cualquier pareja, pero hemos sacado algo positivo: que jugando distanciados somos tan profesionales que pudimos remontar ante una pareja de tanta calidad como es la que forman Maxi Sánchez y Mati Díaz", señala el sevillano.
Y esa salida en la semifinal tuvo que ser vital en la autoestima de Sanyo y Paquito, una inyección de moral, porque recuperaron la emoción de su juego al actuar como pareja, y se crecieron ante esa pérdida inicial, para equilibrar el encuentro y ganar los dos sets siguientes por 6-4 y 6-4, y volver a ser la mejor dupla de la temporada, otra vez más cerca de los número uno.
La pregunta clave es, ¿qué os pasó el sábado, qué generó esa indiferencia entre vosotros? "Queda en el secreto del equipo. No se lo cuento ni a mi padre", sentencia Navarro. Abre la puerta a las especulaciones.