Paquito y Sanyo se meten en la final ante Bela y Lima
Ambos estuvieron todo el partido sin hablarse. Las Gemelas Alayeto se apuntan el Open de Andorra, su séptimo título consecutivo de la temporada en el WPT.
Siete torneos seguidos, los últimos cuatro ante Marta Marrero y Cata Tenorio, o lo que es lo mismo, una racha 29 encuentros ganados. Son los números de las Gemelas Sánchez Alayeto, que sufrieron en las semifinales ante Marta Ortega y Ariana Sánchez, pero que este domingo pasaron por encima a la pareja número dos: 6-4 y 6-1. La final masculina de este Open de Andorra se jugará este lunes, tras disputarse en la mañana del domingo un set de una semifinal, y la semifinal completa del otro, aplazadas por la lluvia del sábado.
La única final fue para Majo y Mapi. Hacen un juego tan agresivo que acaban controlando incluso a Marta Marrero. Ellas llevan la voz cantante, imponen el estilo del futuro, y ya tienen escuela. Las Gemelas, a día de hoy, están un peldaño por encima del resto, y además su compenetración es magnífica. Marta y Cata, que antes habían pasado apuros para llegar a la semifinales, en la final no tuvieron opción: en el primer set se defendieron; en el segundo tan sólo pudieron estar en la pista.
El sábado, la lluvia tal vez salvase a Belasteguín y Lima de perder ante Gutiérrez y Stupaczuk, que con 2-0 en el tercer set tuvieron que irse a descansar. Ahora bien, se reanudó el encuentro, y del 2-0 pasaron a un 4-0; es decir, los número cuatro tenían contras las cuerdas a los número uno. Pero como ya se sabe, Bela y Lima hacen gala del dicho de que hasta el rabo todo es toro: 7-5, con una reacción de 5-0, lo que provocó tanta excitación en Bela que luego se disculpó públicamente por sus gestos desmedidos en la victoria (6-3, 4-6, 7-5).
Luego, Maxi Sánchez y Mati Díaz, pareja número tres, frente a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, los dos. Ganaron estos últimos, como casi siempre, y la verdad es que ha sido la gran ocasión de Mati y Maxi, porque tuvieron todo a favor: con bola de partido y ante una pareja que actuó de manera profesional, pero sin compartir la ilusión y la complicidad en partido. No se sabe, aún, pero el caso es que Paquito y Sanyo disputaron tres mangas sin hablarse, sin felicitarse, sin mirarse a la cara, como si fueran dos burócratas que hacen su trabajo. Y son tan buenos que ganaron. Empezaron perdiendo (3-6), en el 4-5 del segundo set estaban fuera del Open, pero acabaron ganando 7-5, y en el tercero ya tenían a Mati y a Maxi desanimados para dejarles en 6-3. Navarro y Gutiérrez tan sólo se dieron un abrazo de compromiso, sin más. Y mañana, a jugar por novena vez en la temporada una final contra Bela y Lima, frente a quienes no se pueden permitir seguir de morros.