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New York Giants

Llega la gran presión: Giants y Eli Manning se ponen 0-4

La derrota, sobre la bocina, frente a los Tampa Bay Buccaneers hace de la temporada de los G-Men de Nueva York un infierno a punto de ser insoportable.

TAMPA, FL - OCTOBER 1: quarterback Eli Manning #10 of the New York Giants gets some help from offensive guard Justin Pugh #67 while getting pressure from defensive end William Gholston #92 of the Tampa Bay Buccaneers during the second quarter of an NFL football game on October 1, 2017 at Raymond James Stadium in Tampa, Florida.   Brian Blanco/Getty Images/AFP
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Brian BlancoAFP

La siempre prudente prensa deportiva de Nueva York tiene un nuevo juguete favorito: los New York Giants.

Los G-Men cayeron en el cuarto partido de la temporada frente a los Tampa Bay Buccaneers. Fue un encuentro que bien pudieron ganar pero, a la hora de la verdad, fueron incapaces de detener a los Bucs en el drive definitivo y permitieron un muy sencillo y corto field goal para que el equipo de Florida se llevase la victoria por 25 a 23.

Lo que esto supone en un mondo y lirondo 0-4 de récord para los Giants y, por lo tanto, una semana absolutamente infernal de presión, de críticas y de aguantar el chaparrón sin posibilidad de rechistar. Los equipos que empiezan 0-4 y acaban haciendo algo relevante en la temporada deben contarse con los dedos de una mano, y seguro que no en medio del entorno actual de redes sociales y comentarios, menos aún en una urbe como Nueva York.

Y el que se va a llevar absolutamente todas las bofetadas es Eli Manning, el quarterback de los Giants. No porque tenga él la culpa de haber perdido cuatro partidos seguidos. El equipo no tiene juego de carrera que merezca tal nombre, la línea ofensiva es un bulto sospechoso y la otrora monumental defensa se ha visto claramente superado en momentos puntuales de la temporada.

Sin embargo, Eli Manning tampoco puede presumir de haber estado a buen nivel en ningún momento del año, y acumula demasiados años siendo dudosos como para sobrellevar la que se le viene encima.

Manning tuvo que cargar con todo el peso del ataque. Nada menos que 49 pases salieron de sus manos, señal nunca positiva de ningún ataque de la NFL, completando 30 de ellos para 288 yardas y dos touchdowns. Ninguna intercepción, pero son números que explican que ni chicha ni limoná.

Los tambores de guerra con el quarterback de los Giants llevan sonando un tiempo. Este año, en el draft, el equipo eligió a Webb Davis en tercera ronda. No es la primera voz que se levanta pidiendo que se de la oportunidad de jugar al chaval. Esperad la multiplicación de esas voces esta semana. Sea justo o no, así funciona este negocio.