Pastrana ya es bicampeona; Moreno gana la guerra a Rivas

Una derecha directa al mentón. Así forjó su bicampeonato europeo del peso mínimo Joana Pastrana. La española quería deslumbrar ante los suyos y vaya si lo hizo. Cazó a la aspirante en el primer fallo que tuvo en su guardia y tuvo y la aniquiló. Hachbold, que se caracteriza por su aguante, no resistió. El poder de la campeona es tremendo… y su hambre insaciable. Ya es bicampeona de Europa y su próximo reto ya está ocupa su mente: quiere ser campeona del mundo.

Consciente de su mejor manejo del jab, Pastrana salió sin precipitarse y con su primer crochet de izquierdas llegó a la aspirante. Fue poco a poco intercambiando golpes arriba y abajo. Como se debe boxear. Así transcurrieron los dos primeros asaltos. Joana Pastrana estudiaba los posibles errores de su rival y no quiso esperar más y en el tercero apretó.

No había tirado ningún golpe con la derecha en ese asalto. Sacó un upper que llegó, después un jab tomó distancia y vio como la mano izquierda de Hachbold se bajaba. Era su oportunidad y fue a por ella. La mano entró limpia y la húngara cayó al suelo. No se iba a levantar. Pastrana no celebró, esperó a que su rival se recuperase, la abrazó y después alzó los brazos. Una campeona lo es cada instante.

Ángel Moreno acaba con el guerrero Rivas

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El que no arriesga no gana. El lema lo utilizó al pie de la letra Ángel Moreno en su asalto al cinturón Latino de la Organización Mundial de Boxeo (WBO, en inglés). No tenía un rival sencillo en el mexicano José Rivas, pero con la adrenalina del que se lo juega todo, Moreno firmó un gran combate. Ganó a los puntos por decisión unánime (97-93, 96-94 y 97-93), fue muy superior, pero su combate fue digno y de una guerra por otro entorchado en cualquier ciudad mexicana. El madrileño levantó el brazo al final, el público estalló en júbilo. El espectáculo lo mereció.

Moreno salió a mover a su rival, evitando así la corta distancia, donde el mexicano se movía mejor, y conectó duros golpes. Rivas también lo hizo, pero lo que más fue fallar. Moreno arriesgaba, los golpes pasaban rozando su cara… pero no llegaban. ‘Golden Boy’ bailaba sobre el ring. Así transcurrieron los dos primeros asaltos, en el tercero Rivas acortó la distancia y fue mejor. Poco le duró, porque Moreno volvió a su actitud anterior. Esquivaba, le hacia fallar y percutía con dureza. El mexicano contestaba duro y la pelea estaba muy cerrada.

El gas le empezó a fallar a José Rivas a partir del séptimo asalto. Moreno le percutió una y otra vez en la zona hepática y le pasó factura. Tenía menos aire y con un boxeo más estático sufría. El español aprovechó para sentenciar el pleito. Lo buscó aun así Rivas, se fue por la corta distancia, pero no tenía el poder en sus golpes que había demostrado antes. La estrategia de ‘Golden Boy’ triunfó. La guerra fue para Ángel Moreno, que pasa con nota su primer examen. No tardará en tener el siguiente.