Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Los Angeles Rams

La revolución ofensiva de los Rams de Sean McVay

El equipo de Los Angeles ha pasado de ser el que peor ataque tenía de toda la NFL a uno de los más anotadores con la batuta de su joven entrenador.

SANTA CLARA, CA - SEPTEMBER 21: Head coach Sean McVay of the Los Angeles Rams reacts to a play against the San Francisco 49ers during their NFL game at Levi's Stadium on September 21, 2017 in Santa Clara, California.   Ezra Shaw/Getty Images/AFP
 == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==
EZRA SHAWAFP

El año pasado Los Angeles Rams fueron el equipo de la NFL que menos puntos anotó. Se quedó con 224 y no llegó ni a la suela de los zapatos de los Cleveland Browns, que sumó 264, y fue el equipo #31 en esta indigna clasificación. También fueron los que menos yardas ofensivas consiguieron, con tan sólo 4203, a más de setecientas (¡más de setecientas!) de distancia de los segundos peores, los San Francisco 49ers. ¿En yardas por jugada? 4,4, los peores. ¿En primeros downs? 245, los peores. ¿En touchdowns de pase? 14, los peores.

Este mismo equipo, en los tres primeros partidos de la temporada 2017 lideran la liga en puntos por partido, 37,5, y son top cinco en yardas por partido, con 374,3. Encontrar un cambio tan radical en esta liga no es algo sencillo. Y tan memorable transformación tiene un culpable evidente que se llama Sean McVay.

Sean McVay tiene 31 años y es un entrenador jefe de la NFL. Fue contratado porque Les Snead, el general manager de la franquicia, quedó impresionado tras entrevistarle. Era coordinador ofensivo en los Washington Redskins a tan temprana edad y, aunque es cierto que se le presuponía peso en la mejora de Kirk Cousins como pasador, su nombre no es que fuera de esos que parecen imperdibles para una franquicia. Tal fue el nivel de su entrevista que Snead salió de ella diciendo que el muchacho tenía que ser su entrenado a toda costa.

McVay, entonces, hizo un movimiento digno de alguien que se sabe aún a medio camino: llamó a Wade Phillps y, tratando de usted a la leyenda, le pidió, por favor, que fuese su coordinador defensivo. En esencia fue más allá, pues lo que le pidió es que fuese el entrenador jefe defensivo mientras él se encargaba por completo del ataque, siendo también el coordinador ofensivo.

La capacidad de persuasión de McVay no debe ser pequeña. Tras Snead, Phillips también cayó rendido a sus pies. Y comenzaron a trabajar con las parcelas muy bien delimitidas. De hecho, se producen escenas tan poco comunes en la NFL como que un entrenador jefe esté sentado en la banda estudiando jugadas ofensivas mientra sus defensa está en el campo. El chaval ni mira para ella sabiendo que el veterano está al cargo de todo.

Junto a este cambio, de nombres, actitudes y estilo con respecto al anterior jefe, Jeff Fisher, los Rams hicieron un par de fichajes de enorme relevancia. Andrew Whitworth llegó para ser el left tackle titular y Sammy Watkins para convertirse en el líder de la manada de receptores, todo un cuerpo nuevo con el también ex-Bill Robert Woods y el muy prometedor rookie Cooper Kupp. Con ellos llegó la protección y la posibilidad de abrir el campo para que Todd Gurley corra. Y con Sean McVay en vez del tristón Jeff Fisher, llegó una mente preparada para sacar todo el juego a Jared Goff, quarterback número uno del draft, no lo olvidemos.

Y qué diferencia. Qué enorme diferencia.

Es evidente que la temporada es aún muy joven. Así como también es evidente que los tres rivales que han tenido los Rams son los Indianapolis Colts, los Washington Redskins y los San Francisco 49ers, siendo dos ellos del grupo de desarrapados del año en la liga y siendo los Redskins un buen equipo que no llega a la élite ni empujándole mucho. Pero a todos los equipos es difícil hacerles puntos. Al menos si eres los Rams. El año pasado también jugaron con los 49ers, que eran aún peores, y les hicieron 21 puntos... en dos partidos, es decir, 10,5 de media. El año pasado también jugaron contra la horrible defensa de los Saints, y les hicieron 21 puntos.

El cambio es radical. Es juvenil y refrescante. Sean McVay ha logrado algo parecido al cambio absoluto de paradigma en un sólo verano. Jared Goff se muestra como un pasador competente, Todd Gurley vuelve a ser un corredor dominante como al principio de su año rookie, la línea protege por el lado ciego como las mejores de la NFL, el cuerpo de receptores es variado y profundo... y los esquemas, la táctica, el ritmo del ataque lleva el sello de la inteligencia y el hambre por triunfar de un pequeño tipo que se ha encontrado con la oportunidad de su vida antes de lo esperado, y que no parece que la vaya a dejar pasar.

Queda todo el año por delante. Quedan trece partidos y, seguro, un montón de derrotas, un montón de malos días, un montón de partidos en los que el ataque no funcionará, un montón de intercepciones y un montón de disgustos. Pero la evidencia es palmaria: Sean McVay ha cambiado el ataque de los Rams en 180 grados en un abrir y cerrar de ojos.