Alejandro Villanueva da un susto en la victoria de Steelers

Los de los Vikings ya es una tragedia interminable. La semana pasada protagonizaron un festival ofensivo contra los Saints, con Bradford imperial y Dalvin Cook debutando a lo grande en la NFL, pero esta semana todo el castillo se ha derrumbado. El quarterback salió tocado del partido, toda la semana han estado vigilando su rodilla, y al final no solo quedó inactivo para el choque contra los Señores del Acero, sino que incluso podría perderse hasta la semana 8.

Sin Bradford en el campo, el ataque de los Vikings fue una pena. Tan poco incisivo como el año pasado, pero globalmente incluso peor. Case Keenum no tiene el talento mínimo para dirigir un atraque en la NFL y no sería raro que si los de Bradford se alarga, el errante Colin Kaepernick acabara recalando en Minnesota.

Con Keenum como quarterback, reaparecieron todos los problemas. No solo el juego de pase era ineficaz, también desapareció la carrera. 37 pases intentados, y solo 20 completados, mataron a un equipo que pasó de darle 22 balones a Cook en la semana 1, a doce en la 2, pese a que consiguió más de cinco yardas por intento. Por el camino, la línea ofensiva volvió a parecer permanentemente desconcertada y la defensa fue incapaz de sostener el peso del juego.

Los Steelers, sin despeinarse

Los Steelers ya ganaban 14-0 recién comenzado el segundo cuarto y prácticamente se dejaron llevar durante todo el partido, sin necesidad de apretar el acelerador y sin meterse en grandes líos. Como siempre, Le’Veon Bell cargó con mucho peso en el juego, pero Big Ben ni siquiera necesitó recurrir demasiado a Antonio Brown y dio bastante protagonismo a Martavis Bryant en esos pases largos que casi siempre solían ser para el receptor número uno.

Con ese guion, el partido fue para Pittsburgh casi un entrenamiento en el que hacer probaturas. También fue un buen momento para valorar el auténtico estado de forma de Big ben. Completó 23 de 35 para 243 yardas y dos touchdowns, que son números más que buenos. Sin embargo, sigue pareciendo algo lento de reacción y quizá sus lanzamientos hayan perdido potencia y queden telegrafiados demasiado pronto. Ante los Vikings vimos algunos pases flotados que no han sido nunca habituales en él. Quizá según vaya avanzando la temporada recuperará su mejor estado de forma, pero por ahora todo el mundo lo mirará con lupa, y más tras su amago de retirada en offseason.

Golpe de calor de Villanueva

Hay otro detalle importante en el partido que a la postre no tuvo influencia en el resultado, pero que encendió las alarmas en la banda de los Steelers. En las dos últimas jugadas del primer cuarto Alejandro Villanueva cometió una penalización por salida falsa y justo de inmediato falló un bloqueo a Griffen, que le hizo un sack a Big Ben. No es fácil ver un error en Villanueva, pero dos seguidos resultan sorprendentes; y más para un tackle que en la primera semana de competición apareció en el ranking como segundo mejor jugador de la NFL en su posición. Según iba transcurriendo el choque con los Vikings iba quedando más y más claro que el español Villanueva o estaba teniendo su mejor día.

Por fin, tuvo que salir del partido por un golpe de calor que explica sus problemas durante toda la tarde. Parecía que no iba a volver. Sus imágenes en la banda parecían confirmar que estaba en mal estado, con el rostro desencajado y respirando con la boca abierta. Sin embargo, en los últimos drives pudo regresar para confirmar que solo había sido un susto debido al gran calor con el que se jugó el partido. Como curiosidad, en la temporada pasada Villanueva fue el único jugador de Steelers que estuvo en el campo en todos los snaps ofensivos de su equipo.