El balonmano playa quiere ser disciplina olímpica
El balonmano playa y el voley playa son dos disciplinas que celebran sus campeonatos durante el verano y que cada vez tienen más seguimiento.
En las playas de nuestras costas cada vez es más frecuente ver a gente jugando al balonmano playa. Es un deporte tremendamente atractivo que reúne las características del balonmano tradicional, pero las adereza con otras más espectaculares propias de los deportes de playa. Las mujeres están empezando a practicarlo.
En Brasil fueron ellas las que lo impulsaron hace más de una década, convirtiendo a los brasileños en referencia mundial. Otros países han ido siguiendo este ejemplo. También en España, por supuesto. Un deporte que tiene el origen en nuestro país en Andalucía, aunque ya está extendido a todas las comunidades. “Es una modalidad que ya lleva años. En 2005 fuimos campeones de Europa masculino y en 2008 las Guerreras de la Arena se proclamaron subcampeonas del mundo”, cuenta Javier Fernández Fuerte, portavoz de la Federación de balonmano. El éxito les llegó el año pasado, en Budapest, cuando se proclamaron campeonas del Mundo.
Una de las que participó en los primeros campeonatos fue Marta Mangué, integrante de la Selección española de balonmano y medallista olímpica. Ese vínculo, el de la pista y la playa, es muy frecuente. La temporada se prolonga en verano para muchas de ellas. Las chicas se trasladan a la playa aprovechando que esta disciplina sólo se juega de junio a agosto. Por eso es muy difícil dedicarse profesionalmente a ello. “No son profesionales. Es un deporte amateur y no está financiado. Sólo se gana lo que corresponde a los premios en metálico”, explica Fuerte.