María Bernabéu, judo de altura
La mejor judoca española no se bajó del podio en el Mundial. Consiguió el bronce en Budapest luchando contra sus rivales... y un menisco roto.
María Bernabéu ya está en Alicante con su flamante medalla de bronce (-70 kg) en el Mundial de Budapest. Se quitó la espina de los Juegos de Río, donde fue quinta. Le costó levantarse de esa decepción, porque perdió en la técnica de oro, el cruel desempate. Venía de ser subcampeona mundial en 2015 y tuvo que resetear para volver a los entrenamientos. Su fe (es muy creyente) le ayudó.
La judoca de 29 años nació en Salamanca, está afincada en Alicante donde entrena con Carlos Montero, y todos los años viaja a Japón para aprender con las mejores. Este año ha sido difícil para ella. Se rompió el menisco de su pierna izquierda en marzo y ha competido (poco) por consejo de los médicos, que prefirieron un tratamiento conservador a la operación. Con ese hándicap salió al tatami en Budapest. El premio fue un bronce que la confirma en la élite. Ahora toca arreglar esa rodilla.