"El minuto de silencio vale más que ganar 40.000 medallas"
AS habló con Fernando Álvarez, el nadador que desoyó las instrucciones de la FINA para rendir homenaje a las víctimas del atentado de Barcelona.
Fernando Álvarez saltó a la fama hace sólo unos días en los Mundiales Masters de Budapest. Su gesto ha dado la vuelta al mundo. El nadador del CN Cádiz decidió no tomar la salida en la prueba de 200 braza y permanecer en el poyete durante un minuto mientras el resto competía para dar su particular homenaje a las víctimas del atentado de Barcelona tras la negativa de la Fina a hacer un minuto de silencio. El madrileño aterrizó en Barajas abrumado por la repercusión que ha tenido su acto. "No estoy habituado a estas cosas. Era mi forma de hacer el homenaje, necesitaba hacerlo y más cuando me contestaron que no podían dejar un minuto de silencio por las victimas. Yo lo advertí, lo iba a hacer. Para mi esto esto vale mucho más que ganar 40.000 medallas. Estoy orgulloso de lo que hice. Lo de menos era el resultado".
El nadador atendió a AS en el aeropuerto y nos contó cómo llegó a tener que hacer el acto él sólo: "Intente que la FINA lo hiciera enviando un correo electrónico a la dirección de la competición y no me contestaron. Al día siguiente fui a la oficina a primera hora, antes de que empezara la competición, y tampoco me resolvieron nada. Decidí hablar con el juez de la prueba, como no me hacían caso una señora del servicio médico de la competición me atendió. Me dijo que me apoyaba y se lo dijo al juez. El juez le dio un no rotundo, que no podían perder un minuto. La señora me lo dijo toda compungida. Después llego mi prueba, me subí al poyete, dieron la salida y yo me quede ahí quieto". Su acto tuvo una gran repercusión. "No es normal, yo estoy desbordado. Me llamo un compañero para preguntarme como había llegado tan tarde, le conté la historia, se lo contó al club y se fue liando. Ayer estuve todo el día atendiendo a medios, me quede sólo en las piscinas porque no tenía batería y tenía que hablar... ¡hasta la CNN!", nos relató Fernando.
Para el nadador, Barcelona es una ciudad especial, no obstante allí tiene a parte de su familia: "Estaba afectado, estoy vinculado a Cataluña. De hecho, tres veces que he ido para ver a mis nietos y he quedado campeón de Cataluña. Lo he sentido mucho. Una hija mía se ha salvado por casualidades porque retrasó su salida de casa para La Rambla. No le paso nada, pero fue un susto tremendo, estaba nerviosa y mal", dijo emocionado. Pero su decisión ha servido para que la Fina se diera cuenta, él cree que no debería haber pasado: "No teníamos que haberlo pedido ningún nadador, es un campeonato del Mundo y había nadadores de todas las nacionalidades. Lo tendría que haber decidido la Fina directamente. La gran noticia es que la fina rectifico y en algunas piscina se hizo el minuto de silencio". Fernando se queda con el cariño recibido por todos: "Me impresionó que cuando pasaba por un pasillo de la piscina salió un hombre del agua, era sueco, me miró y me dijo que había sido un gran acto y que él y su mujer habían llorado cuando lo hice. Eso me emociona. Igual que todo el cariño de otros nadadores, todos querían hacerse fotos conmigo. Me quedo con eso".