Los Dodgers harían bien en recordar a los Mariners en 2001

Que Los Ángeles Dodgers están cautivando el imaginario popular es una verdad como un campano gracias a una portentosa campaña que les está colocando en una posición envidiable no solo para hacerse con su primer título de las Series Mundiales desde 1988 con la mejor marca de toda la competición mediante, sino también para batir el récord histórico de triunfos en una campaña regular que tienen ‘ex aequo’ los Chicago Cubs de 1906 y los Seattle Mariners de 2001.

Puede que la presión mediática todavía no se haya hecho notar en torno a la franquicia angelina, pero esto no ha evitado que se empiece a hablar de la versión de 2017 como la mejor de todos los tiempos de los Dodgers, que podría ser un debate interesante cuando se piensa que es uno de los equipos históricos de Norteamérica y el pionero a la hora de acabar con la segregación racial que existía antes de la irrupción de Jackie Robinson un 14 de abril de 1947.

¡Si hasta ya se les está comparando con los Chicago Cubs de 2016, rompedores de maldiciones, los que sobreviven a la lluvia y demás títulos rimbombantes!

¿Lección aprendida del pasado?

Cuando se habla de la fabulosa temporada de los muchachos de Dave Roberts los mayores paralelismos surgen con los Mariners de 2001, que vieron como su histórica campaña terminaba de forma agridulce al perder en Series de Campeonato, no lo olvidemos, frente a unos New York Yankees que venían de ganar tres títulos mundiales consecutivos y que no eran unos cualquiera.

Lo cierto es que los Mariners fueron el clásico ejemplo de club que hace una temporada increíble, al igual que le ocurrieron a los Golden State Warriors de 2016 con su 73-9, pero que siempre quedará el poso de la teoría de haber forzado la máquina en exceso de cara a establecer su legado y no llegaron tan frescos a las finales de la NBA, a la Super Bowl como les ocurrió a los Patriots del ‘perfecto’ 2007 o a los Mariners en los propios playoffs.

Y es que ganar es tan complicado…

Sin embargo, Dave Roberts confía en no cometer los pecados del pasado como sí hiciera el fiero Lou Piniella en 2001, que ‘exprimió’ a sus jugadores de cara a hacer historia sin darles el descanso obvio que es fundamental para mantener al personal fresco y con el punto competitivo al mismo tiempo, que mira que es complicado.

Más allá del hecho de que, de puertas para fuera, los propios jugadores afirman que el récord de triunfos en una temporada con 116 no forma parte de la conversación del día a día en el vestuario, que nos lo podemos creer o no, lo cierto es que la franquicia cuenta con un aspecto fundamental a la hora de conseguirlo y es un fondo de armario increíble que es la envidia del resto de la competición.

El rico se hace más rico todavía

No han transcurrido muchas horas desde que los Dodgers anunciasen que se habían hecho con los servicios de Curtis Granderson, el veterano outfielder procedente de los New York Mets y que va a reforzar más si cabe todavía a la mejor plantilla de toda la competición.

¿Necesitan los angelinos a Granderson? La respuesta es no, pero también es verdad que va a permitirle más opciones a Dave Roberts en su parcela exterior, que cuenta con comodines como Chris Taylor o Kike Hernández que pueden jugar en varios puestos y tampoco del inmensamente talentoso Cody Bellinger, cuyo bate no ha hecho sino convertirse en imprescindible para el club.

Además, Granderson se ha sobrepuesto a un horrible inicio de año y junto al recuperado Adrián González, que ha vuelto a los terrenos de juego por primera vez desde el pasado 11 de junio por problemas en su espalda, hacen que tantas alternativas vaya a ser una bendición para Dave Roberts a la hora de conseguir que todo el mundo se vea implicado en la causa.

Los Dodgers tienen un récord actual de 86-34, con 11 partidos de ventaja sobre los Astros y 14 sobre los Nationals de cara a lograr la mejor marca en las Mayores, pero si buceamos en los guarismos son de los que te dejan casi sin aliento gracias a sus 20 triunfos en los últimos 23 partidos o una marca de 51-9 en los últimos 60 partidos que es la mejor desde 1912.

Estamos, sin duda, ante un equipo con mimbres para hacer historia.

No obstante, en el vestuario lo tienen muy claro. Sería precioso conseguir ganar más de esos 116 partidos en 2017, pero el objetivo son las Series Mundiales. Los récords son extraordinarios, pero la gente se acuerda, sobre todo, del equipo campeón.