MUNDIALES DE ATLETISMO EN LONDRES
Beitia, 12ª: "Voy de vacaciones y luego ya veré lo que decido"
La cántabra, de 38 años, acusó su temporada irregular y no pudo con el listón sobre 1,92. No pudo sumar la 16ª gran medalla de su carrera.
"Me llamo Ruth Beitia, una tía que soy lo que soy gracias al atletismo. Esta no es la despedida que quería para mis últimos Mundiales. Dos años más no creo que el cuerpo aguante”, afirmaba la saltadora de altura cántabra, de 38 años y con 15 medallas en grandes campeonatos, que ayer se quedó en 1,88 en la final de altura y acabó duodécima, en el último puesto de un concurso ganado por la rusa sin bandera Lasitskene (2,03).
Ruth pasó cómoda 1,84 y 1,88, pero se atascó en 1,92. “Los dos primeros saltos estuvieron cerca, en el tercero directamente me tropecé y por eso me voy triste y tocada. Me habría gustado dar mucho más”, seguía Beitia, que ha pasado un año “muy difícil” plagado por primera vez de lesiones y lleno de compromisos inherentes a su oro olímpico en Río. “Estar aquí en Londres era una apuesta muy fuerte que en la calificación salió bien, pero en la final vi la cara oculta de la moneda”, contaba Ruth, entre lágrimas, y repetía: “No era el final que me había planteado. Está claro”.
Igual que se acuerda su entrenador Ramón Torralbo en las victorias, también lo recordó ayer: “Son 27 años con él y han sido increíbles, me ha hecho ser la persona que soy y me tendré que plantear si hacemos 28 o no. El cuerpo me pide desconectar, la cabeza me pide saltar hasta las 80. Me iré de vacaciones que nunca he tenido en agosto y cuando vuelva ya veremos que haré”.
Lo deje o no, Beitia podrá presumir siempre de ser la atleta más laureada. Entre pista cubierta y aire libre, tiene nueve medallas europeas, cinco en Mundiales y el despampanante oro olímpico de Río 2016 a los 37 años. Capitana de la Selección, siempre sonriente, Ruth Beitia ha sido un milagro de larga duración para el atletismo español.