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JUEGOS OLÍMPICOS | 7 DE AGOSTO

Barcelona 92: nacen las genuinas 'chicas de oro'

La Selección de hockey gana a Alemania (2-1) en la final. Bronce para García Chico en pértiga, con descalabro de Bubka.

Barcelona 92: nacen las genuinas 'chicas de oro'

Era en aquellos momentos un deporte absolutamente minoritario, con apenas unos centenares de licencias federativas, pero el hockey sobre hierba dio a España la undécima medalla de oro y la décimoquinta en total. Allí nacieron ‘La Chicas de Oro’, capitaneadas por Mercedes Coghen. Posteriormente hubo otros equipos femeninos bautizados así, pero ellas son las genuinas.

La final se disputó en Terrassa contra Alemania, un equipo muy fuerte y duro, disciplinado, que comenzó atacando con todo. Sin embargo, un contraataque español lo culminó Barea anotando de penalti-corner. La reacción germana no se hizo esperar y cuatro minutos después Hentschel igualaba el choque.

En la segunda parte España dominó la situación, hasta que la superioridad tuvo su premio: gol de Maragall en el minuto 82, y 2-1 definitivo en el marcador. La Selección ganaba una de las medallas que más repercusión iba a tener entre las veintidós (trece de oro) que se cosecharon en los Juegos barceloneses.

Ese mismo día se sumó otro metal, el sorprendente de Javier García Chico en salto con pértiga, que coincidió con la mayor debacle en la vida deportiva de uno de los grandes mitos del atletismo: el ucraniano Sergei Bubka. No había en atletismo ningún atleta que pudiera exhibir una superioridad semejante en ninguna especialidad. Era un título que se daba por descontado, pero, afortunadamente, una cosa es el ránking y otra la competición.

Bubka tenía en aquellos momentos el récord mundial en 6,11 metros, de forma que los 5,70 con los que se enfrentó en su debut en la competición no debían suponer ningún esfuerzo. Sin embargo, desde el principio se le vio inseguro. En el primer ensayo casi agota el tiempo máximo (dos minutos) y no llegó a completar el salto, al doblar la pértiga con escasa convicción. En el segundo se paró a mitad de carrera, retrocedió, volvió a tener problemas de tiempo y finalmente derribó.

Decidió entonces gastar su tercera tentativa en 5,75, y también hizo caer el listón. Se consumaba la tragedia. Era una de las grandes sorpresas de los Juegos de Barcelona y, desde luego, la mayor en el atletismo.

En tanto, Javier García Chico hacía un concurso pleno de seguridad en sí mismo e igualaba su propio récord español al sobrepasar los 5,75 metros. Era bronce, inesperado para todos, pero para él: “Antes de los Juegos sabía que la medalla era posible si estaba en el récord”, pero reconoció. “He hecho el concurso de mi vida”. El oro fue para Maksin Tarasov, con 5,80, la misma medida que saltó Igor Tradenkov. Ambos pertenecían al Equipo Unificado.

En baloncesto femenino las chicas de Chema Buceta vencieron a Checoslovaquia por 59-58 y se alzaron con la quinta plaza, que tiene mucho valor si se tiene en cuenta que era la primera presencia de esta modalidad en unos Juegos. Las máximas anotadoras españolas fueron Wonny Geuer, con 11, y Carlota Castrejana, con diez. El título se lo llevó el Equipo Unificado, que ganó 76-66 a China y el bronce fue para Estados Unidos, al vencer por 88-74 a Cuba.

España sumaba once medallas y era sexta en el medallero. Pero iba a haber más. En boxeo, por ejemplo, Faustino Reyes venció al italiano Ramazi Palladi y se convertía en el primer púgil español en alcanzar una final olímpica. “Voy a por el oro”, dijo.