Nayanesh Ayman: de defender a su madre, a rey del K1
Con 16 años comenzó a practicar deportes de contacto para proteger a su madre de un maltratador. Ahora, es parte de uno de los mejores eventos de K1 mundial.Kerman - Skeete en vivo y en directo online: Europeo peso welter
Con 28 años Nayanesh Ayman vive su plenitud deportiva. El luchador congoleño viajó como convidado de piedra a China en el mes de junio. Allí se realizaba un evento clasificatorio para la superliga mundial ‘Kulun Fight’, considerada la más competitiva del globo. “Todo estaba hecho para que un peleador chino se clasificase, aunque por si acaso metieron otro en la otra semifinal para asegurarse tener representación. Les reventé la fiesta, noquee a los dos y me gané esa oportunidad”, reconoce sonriente el luchador.
Con normas propias (son muy similares al Muay Thai, pero sin el uso de codos), Kulun Fight aglutina a los 16 mejores luchadores de cada categoría en busca de un supercampeón. Compiten campeones por otras organizaciones, pero no hay distinción. Lo único que importa es ganar cada ronda para ser el mejor. Nayanesh compite en la categoría de 70 kilos, llega de nuevo como invitado, pero tiene claro que puede dar la sorpresa. Le toca volver a viajar a China el 26 de agosto para la primera ronda, después si supera su debut tocaría Paris (11 de noviembre), pero el luchador sabe lo importante que es disfrutar del momento, y a eso se está dedicando. Su vida no ha sido fácil hasta llegar a este punto.
Con sólo un año de vida abandonó con su madre el Congo, donde nació, en dirección a Francia. Allí pasó su infancia hasta que con 11 años su madre decidió viajar a España. En nuestro país le esperaba una hermana, un negocio, sueños… pero todo se truncó con su fallecimiento. Nayanesh se quedó de nuevo con su madre y poco a poco volvieron a salir adelante.
En su adolescencia Nayanesh tenía un sueño: “mi ídolo siempre fue Ali, quería parecerme a él, pero a mi madre no le hacía mucha gracia que hiciese boxeo, por eso tardé en decidirme”, asegura. Finalmente se lanzó, con 16 años. Su madre no lo sabía, quería emular a su ídolo… aunque su principal motivo era otro. “En ese momento el novio de mi madre la maltrataba, yo no podía hacer nada y decidí aprender a pelear para defenderla. Nadie la volvería a tratar así”, recuerda.
Bajo las órdenes de Juan Antonio Fernández se inició en los deportes de contacto. Al mismo tiempo su madre se alejó del maltratador y comenzó otra vez de cero. Nayanesh tenía potencial para los deportes de contacto y con 17 años comenzó a competir. Primera victoria, primer KO en amateur y “desde ese momento no quería parar”, relata sonriente. Alternando el Muay Thai y el boxeo fue quemando etapas, se decantó por el primero y en 2011 (con 22 años) hizo su debut profesional.
Sus expectativas se estaban cumpliendo. Atesoraba gran calidad, tenía un buen récord y gustaba mucho al público y futuro pintaba de color de rosa, pero 2016 no fue su año. Contaba con más de 50 peleas profesionales y sólo tres derrotas, pero ese año cayó en cinco ocasiones. “Cuando todo empezó a ir mal tuve menos repercusión y menos apoyo, pero no me vine abajo. Seguí trabajando para recuperar mi mejor nivel”, afirma. Con el abrigo de su promotora, Petrus & Lion, y el patrocinio de Custom Fighter, Nayanesh decidió reinventarse otra vez. Tocaba volver a iniciar el camino.
“Desde hace cuatro meses entreno con un maestro Tailandés, llevo cuatro peleas y cuatro victorias. Su papel ha tenido mucho que ver en mi recuperación. Además ha venido a España y me facilita mucho todo”, reconoce. Ahora, con esa nueva vuelta de tuerca y un récord de 50 victorias (26 por KO), 10 derrotas y 8 nulos Nayanesh Ayman mira cara a cara los mejores luchadores del mundo. The Golden Lyon ha rugido en China, donde quiere volver a hacerlo… después, el mundo. No hay imposibles para él.