Klitschko dice 'no' a la revancha con Joshua y anuncia su retirada
El ucraniano, de 41 años, anunció en un vídeo su retirada del boxeo tras 21 años como profesional. Fue campeón mundial en los pesados nueve años consecutivos.
Wladimir Klitschko se encontraba en un brete. El ucraniano, de 41 años, firmó en Wembley el pasado abril el que hasta el momento es el combate del año. Se midió con el actual campeón de los pesos pesados por la IBF y WBA, logró que probase la lona por primera vez... pero acabó cayendo noqueado ante el poderío del inglés. La leyenda se había ganado la revancha y Joshua se la concedió, pero con una condición: pelear en Estados Unidos. El entorno de Joshua se lo dejó claro en Sky "le estamos esperando, pero tiene que aceptar nuestra petición".
Klitschko, por su parte, se mostraba reticente a pelear en Estados Unidos. Por ello sólo sopesó dos opciones: ceder o retirarse. Finalmente, y tras varias semanas de valoración se decantó por la segunda y rompió las negociaciones con AJ, quien debe enfrentarse al aspirante obligatorio IBF (Kubrat Pulev). Con la decisión tomada, Klitschko publicó un vídeo en Youtube para anunciarselo a todos sus seguidores.
"Tras mi último combate contra Joshua me puse como propósito darme el tiempo necesario para tomar una decisión. Logré todo como amateur y profesional. Ahora puede emprender sano y contento una emocionante vida tras mi carrera, la cual nunca hubiera pensado que sería posible que fuese tan larga y exitosa. Gracias de corazón a todos los que me han apoyado.", apuntó el ucraniano.
Wladimir Klitschko: el Martillo que dominó los pesados
La mejor palabra que define al "Martillo de Acero" es la de leyenda. Con 41 años y 21 como profesional el ucraniano ha conseguido un lugar privilegiado en la historia del boxeo. Pese a tener raíces ucranianas, y conservar el pasaporte, Wladimir se estableció junto a su hermano Vitali en Alemania. Allí desarrolló la mayor parte de su carrera boxística. En 1996 puso el broche a una excelsa carrera amateur con un oro en los Juegos de Atlanta. Momento en el que decidió pasarse al boxeo rentado. No tardó mucho y en noviembre de 1996 debutó.
Su auge fue tremendo, pero no le entró la prisa y hasta su decimoséptimo combate no disputó su primer título, fue uno intermedio, pero le fue situando en los primeros puestos de las clasificaciones. Precisamente en una defensa perdió su primer combate, ante Ross Puritty. Era diciembre de 1998, pero su progresión no se vio frenada. Levantó el campeonato de Europa de los grandes pesos en dos ocasiones y en el año 2000 tuvo la primera oportunidad por un Mundial. Llevaba 36 peleas profesionales y lo buscó por la Organización Mundial de Boxeo (WBO, en inglés). Ganó y lo defendió en cinco ocasiones, pero en la sexta cayó ante Corrie Sanders.
2004, un punto de inflexión para Klitschko
No tardó en recuperarse y un año más tarde tuvo la oportunidad de recuperar el cetro ante Lamon Brewster, pero también cayó. Esa derrota pudo suponer un antes y un después... pero su calidad y disciplina de trabajo le hizo volver más fuerte. En 2006 volvió a tener una oportunidad, en éste caso el título por la Federación Internacional de Boxeo (IBF, en inglés). No falló y comenzó su tiranía en el peso. Fueron 18 combates consecutivos acumulando defensas satisfactorias, nueve años con los que logró aunar en su cintura además del título IBF los de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y la Organización Mundial de Boxeo (WBO).
Su calidad, pegada y superioridad era muy manifiesta. Nadie lograba ponerle en aprietos y durante esos años de reinado un combate se repetía en la mente de todos los aficionados: Vitali vs Wladimir. Nunca aceptó pelear con su hermano, ambos se repartían los títulos (era campeón por el Consejo Mundial de Boxeo). Fue el único al que no quiso medirse, del resto, no rehuyó a nadie. Con la retirada de su hermano ningún boxeador parecía poder ganarle, hasta que apareció Tyson Fury y acabó con su reinado. Todo el mundo esperaba una gran revancha, pero los problemas con las drogas del británico se lo impidieron. Al final tuvo otro gran cartel, contra Anthony Joshua. El ucraniano no lo sabía, pero sería la última vez que pisaba el ring. Y cuando se bajó lo hizo con la cabeza alta: cayó, pero como lo que es, una leyenda.
Son 21 los años que resistió en el profesionalismo. A sus espaldas tiene 69 combates con las vendas duras, sólo cinco derrotas y de sus 64 victorias, 53 fueron antes del límite. Dentro del ring era un tirano, un dominador. Fuera, un caballero. No entraba en provocaciones, la educación siempre fue su carta de presentación. Las leyendas se forjan antes, durante y después de las peleas. Wladimir Klitschko lo sabía y siempre lo hizo. El Wladimir boxeador cuelga los guantes, el mito siempre estará presente.