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MUNDIALES DE NATACIÓN EN BUDAPEST

Una Mireia Belmonte para todo: plata en los 400 estilos

No hay nadadora más versátil. Mireia se despide con tres medallas en pruebas dispares: plata en 1.500, oro en 200 mariposa y plata en 400 estilos.

Mireia Belmonte.
Alberto EstévezEFE

Budapest ha visto a la mejor Mireia Belmonte de siempre, a sus casi 27 años. Una nadadora calculadora, estratégica y veloz, carnívora cuando compite en las pruebas que mejor domina. En los 1.500 libre batió el récord de España por siete segundos y se colgó una plata. Solo la superó una extrarrestre llamado Katie Ledecky. En los 200 mariposa logró el oro que le faltaba sabiendo qué parciales hacer en todo momento. Y en esta última jornada del Mundial nadó hasta una plata que ya desde el primer largo visualizó en unos 400 estilos también amarrados por la mejor de siempre en esta disciplina, Katinka Hosszu. Tercera medalla para el mejor campeonato de Mireia.

La badalonesa fue valiente en la mariposa y salió a la estela de Hosszu, en segunda posición, mejorando en ocho décimas el parcial de las eliminatorias (1:02.14). Sufrió sobre todo en el primer 50 de espalda. La piscina rugía con Hosszu a la cabeza, lejos de su récord del mundo pero dominante, mientras Mireia aguantaba en su peor estilo (2:13.77). Apretó tanto la nadadora de la UCAM que lo pagó en la braza. La japonesa Ohashi la superó al paso por el 250, pero Mireia, que en ese momento se caía del podio, recuperó el estilo y la energía (3:31.26). Nadie confía más en sus últimos 100 metros que la badalonesa, exigida en cada entrenamiento a nadar siempre más rápido el último largo que el primero.

Recuperó la tercera posición a falta de 100 metros. El último 50 de Mireia, ya lanzada hacia la medalla de plata, fue de 29.84, única nadadora capaz de bajar de 30 segundos en toda la final, muestra de la capacidad que tiene la española para acabar las pruebas más fuerte que nadie. Sus 4:32.17 se quedaron a menos de un segundo de su récord de España, mientras que Hosszu se colgó su cuarta medalla y el segundo oro, con récord de los Campeonatos (4:29.33). El bronce se lo llevó la canadiense de 20 años Sidney Pickrem (4:32.88).

Los 400 estilos es la prueba más dura y completa de la natación, que combina los cuatro estilos y exige a las nadadoras a un esfuerzo sobrehumano. Mireia la lleva nadando desde edad júnior y ya fue campeona del mundo de esa edad en 2006. Pocas nadadoras se atreven a preparar tal distancia. Salvo Hosszu, y la ausente Maya Dirado, ninguna nadadora actual ha logrado imponerse a los tiempos de Mireia, y desde los bañadores mágicos solo Hosszu y la china Shiwen Ye (con 16 años en Londres) han sido capaces de bajar de 4:30. Pero el tesón de Mireia le aúpa a seguir en el podio en la prueba que lleva al nadador al límite, un ejercicio de masoquismo.

Solo ella puede ser medallista en pruebas tan versátiles, como el 1.500 libre, el 400 estilos o el 200 mariposa. Pruebas en polos opuestos para una Mireia que vale para todo.