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MUNDIAL NATACIÓN BUDAPEST

Los saltos de gran altura, entre el Danubio y el lío por el coste

Este viernes arrancó la última competición en Budapest en un lugar de postal. La instalación costó ocho veces más que en el Mundial de Kazán en 2015.

Budapest
Los saltos en el Danubio.
Alberto Estévez

En un lugar tan emblemático como el río Danubio, enfrente del ostentoso Parlamento de Budapest, construido a finales del siglo XIX para demostrar el poder de Hungría (tiene 691 habitaciones), los Mundiales alcanzan la recta final con el estreno de los espectaculares saltos de gran altura. Como ocurriera en Kazán en 2015, los saltadores aparecen en una postal. En Rusia compitieron frente al Kremlin y el río Volga, con el cromático decorado azul y verdoso del edificio más simbólico de la ciudad de los tártaros de fondo.

Ahora, como si fuera el décimo puente de una ciudad separada por el Danubio, los deportistas saltan a orillas de Buda pero en la imagen aparece Pest, una metáfora de las zonas originarias de esta preciosa ciudad, que fueron separadas a lo largo de la historia por guerras: desde el Imperio Romano, pasando por el Otomano y acabando por el belicismo en las Guerras Mundiales. Dos mundos antes, un enclave uniforme ahora.

La construcción de la torre de saltos levantó la mayor polémica en la ciudad. El presupuesto empleado en levantar esta plataforma de 27 metros en el Danubio fue de 10 millones de euros, ocho veces más de lo que se gastó en Kazán. Eso ha hecho mella en la organización del Mundial y en el gobierno nacional conservador, liderado por Viktor Orban, primer ministro. Como se recogía antes de celebración de este evento por la prensa local: "No hay informaciones transparentes que aclaren exactamente qué se ha hecho con nuestro dinero", señala el partido ecologista LMP. Y el partido socialdemócrata Mszp, también en la oposición, estima que el gasto final del Mundial será de 480 millones de euros, lo que significó que declararan que antes de la primera competición "ya se ha alcanzado el primer récord mundial".

Budapest, que retiró su candidatura a organizar los Juegos de 2024, quería convertir en este evento en el mayor organizado en el país, por eso el presupuesto se multiplicó y se convirtió en un asunto nacional: se pasó de 80 millones a 334. El portal de noticias mno.hu asegura que el 70 % de las licitaciones públicas acabaron en manos de ocho inversores, todo supuestamente "con muy buenas relaciones gubernamentales". "Les une una vieja amistad con ministros o con el propio jefe de Gobierno", asegura la investigación de mno.

Los saltos de gran altura empiezan este viernes, pero no será hasta mañana cuando se conozcan los saltadores clasificados para la final del domingo.