Bea Ortiz: "El cine me inspira y me ayuda a jugar a waterpolo"

¿Qué le pasó por la cabeza en el partido de cuartos ante Grecia cuando Helena Lloret marcó el penalti?

Lo que habíamos hecho en aquel momento había sido brutal. Era una mezcla de nervios, ganas de gritar y de celebrarlo. Y, sobre todo, con ganas de que empezara ya el siguiente encuentro. Lo celebramos con los familiares. Y antes de salir de la piscina, Miki nos felicitó. Pero nos dijo que debemos tener los pies en el suelo.

¿Cree que tienen un nivel parecido a cuando ganaron el Mundial en 2013?

Nos hemos preparado bien. Hicimos muchos partidos antes de venir a Budapest. Los partidos del inicio no fueron duros y nos pudimos adaptar. Creo que hemos crecido bastante. Cogimos confianza. Eso fue lo que nos ayudó.

¿Qué nos puede decir de Canadá?

Es un equipo muy fuerte. No nos podemos relajar. Son jugadoras potentes. No hemos jugado con la Canadá actual, y es más fuerte que la que nos encontramos años atrás. Si no bajamos el nivel, creo que tenemos muchas opciones.

¿Y se puede ganar a Estados Unidos?

Se puede ganar. El partido que perdimos fue por culpa del primer cuarto. Estamos más cerca de ellos que en los Juegos de Río Tengo claro que si jugamos será muy diferente.

Usted está cogiendo la responsabilidad en ataque. ¿Siempre le ha gustado jugarse los lanzamientos?

No comencé bastante bien este Mundial, me faltó adaptación. Me costó. Pero luego he estado segura, Miki me dio mucha confianza y eso también me ayudó. Al final actúas en función de lo que te transmiten. Eres tú la que decides lanzar o no, pero creo que gracias a la confianza estoy segura.

¿Cómo comenzó usted en esto del waterpolo?

Tenía nueve años y me apunté al CN Rubí. Mi hermano ya jugaba. No tenía tampoco ningún referente, me quería fijar en todo.

¿Siempre jugó a waterpolo?

Antes de practicar waterpolo, hacía gimnasia deportiva desde los 5 a los 11. He ganado varios campeonatos de Cataluña.

Fichó por el CN Sabadell y allí está con más de la mitad de la Selección. ¿Eso ayuda?

Eso fue un punto a favor a la hora de empezar a jugar con la Selección. Ya conocía a muchas de las jugadoras.

¿Y fuera de la piscina?

¿Y alguna película que le recuerde al waterpolo?

A veces me ha pasado, sobre todo cuando veo 'Un domingo cualquiera'. Es una película que me inspira, sobre todo en la escena cuando dan la charla antes de los partidos: me transmite mucha fuerza y confianza. Me dan ganas de jugar y me motiva.