Los Lions cierran la serie con un histórico empate con los All Blacks
Los británicos plantaron cara (15-15) al mejor equipo del mundo gracias a su defensa. El combinado de Lions sale reforzado tras la gira.
Pocas personas presagiaron que Irish Lions pudieran ganar un solo partido ante los All Blacks en Nueva Zelanda, y menos aún que pudiese acabar la gira empatada. Los kiwis vencieron en el primer test, devolvieron el golpe los Lions y en el tercero, el definitivo, se dio un empate (15-15). Serie empatada, la primera en la historia de enfrentamientos entre ambos combinados (la única tanda que acabó sin vencedor fue ante Sudáfrica en 1955). Y la sensación de que el concepto del cuadro europeo sale reforzado ante lo que se esperaba un rodillo de los All Blacks.
La buena defensa del conjunto de Gatland fue determinante para frenar a Nueva Zelanda. Parar al rival y patear a palos cuando fuera posible. Barrett falló el primer golpe de castigo a los dos minutos y los Lions mostraban alguna incursión con peligro. Laumape, novedad en el XV de los All Blacks, avisaba con un contragolpe y poco después ensayaba con una jugada 'made in Hurricanes': patada de Barrett a la esquina para que su hermano Jordie palmeara y el centro posara. Era lógico pensar que los All Blacks vengarían la derrota de Wellington, pero los Lions aguantaron. Farrell pasó un pateo poco después y mantenía el partido a tiro (7-3). Ambos conjuntos abusaban del juego con el pie, buscando el fallo rival, y antes del descanso se agitó el tanteo con otro 'kick' de Farrell a palos y un ensayo del joven Jordie. Los All Blacks vencían 12-6. Renta insuficiente.
Daly pasó el oval entre palos desde su propio campo nada más iniciar la segunda parte (12-9) y a continuación Savea no pudo ensayar al entender Poite que hubo pase adelantado. Una amarilla de Kaino frenó a los All Blacks, pero los Lions sólo aprovecharon para empatar con otra patada, esta de Farrell, en la línea divisoria. Los 'turistas' no se acercaban a la zona de ensayo kiwi, no lo necesitaban. Pegaban desde lejos. En el último cuarto de hora, cuando los All Blacks suelen rematar a sus oponentes, los Lions seguían en pie. Barrett volvió a abrir hueco, pero Farrell respondió a tres minutos del final. Hubo polémica cuando Owens cometió un fuera de juego involuntario y el árbitro francés deshizo la decisión del golpe a palos (que podría haber dado el triunfo en la serie a los All Blacks) y lo cambió por una melé. Nueva Zelanda, que llevaba sumando victorias de forma ininterrumpida en Eden Park desde 1994, no lo aprovechó. Y la serie, para sorpresa de todos, quedó igualada. A los All Blacks le supo a derrota, mientras que en suelo británico e irlandés se seguirá alimentando, incluso con más fuerza, el espíritu Lions durante otros cuatro años hasta la gira por Sudáfrica de 2021.