La complicada situación de los entrenador novatos en la NFL

La vida del entrenador novato en la NFL no es sencilla. Y por novato me refiero a que estrena equipo, no a que sea la primera vez que se ve con los mandos totales de una plantilla en la banda. Digo que no es sencilla porque, evidentemente, suele llegar a un equipo en malas circunstancias, tanto como para perder a su anterior entrenador, las más de las veces despedido, y con decisiones urgentes que tomar sabiendo que si en tres años no tiene un proyecto ganador entre manos lo tendrá muy complicado para seguir.

Vamos a ordenar los seis entrenadores nueves de la temporada 2017 de los que más complicado lo tienen para triunfar a los que menos:

Sean McVay - Los Angeles Rams

No le arriendo la ganancia al bueno de Sean McVay. El entrenador más joven de la NFL, 31 años, llega a los Rams tras ser coordinador ofensivo de los Washington Redskins y se encuentra, nada menos, que un equipo mal estructurado, con pocas opciones de ganar partidos, que ha de probar ya mismo si Jared Goff mereció el número uno del draft por lo que tiene las manos atadas en cuanto a quién poner de quarterback titular. Además, ha de dar balones a Todd Gurley, que para eso es la primera ronda del anterior draft y la cara de la franquicia en ataque hasta que Goff diga so o arre. Además, su gran estrella defensiva, Aaron Donald, de momento no está ni comprometido a ir a los campos de entrenamiento por no tener contrato nuevo, y el cornerback Trumaine Johnson piensa jugar como "jugador franquicia" con el riesgo obvio de que se vaya el año que viene. McVay es muy joven, no se le acabará el mundo aquí, pero lo que tiene enfrente en un morlaco de los que meten miedo.

Vance Joseph - Denver Broncos

Si la situación no fuese tan (a priori) calamitosa y desordenada en los Rams, Joseph sería mi candidato a nuevo entrenador más comprometido. Viene de ser el coordinador defensivo de los Dolphins y, al contrario que sus compañeros, se encuentra con un muy buen equipo que ha perdido a su entrenador por motivos personales y no deportivos. Sólo hace dos años que esa defensa les guió a una Super Bowl y les dio un anillo, así que el problema aquí es de exigencia y expectativa: nadie le va a permitir tres años de tranquilidad. Ha de ganar desde ya, y no hay más vuelta de hoja, y no le va a servir de coartada el tener la posición de quarterback tan endeble como la tiene.

Sean McDermott - Buffalo Bills

Esta plaza es muy difícil. Amén de, por supuesto, tener que reconstruir un proyecto complicado, en su contra juega el hecho de que los Bills son la franquicia de cualquier gran liga norteamericana que más tiempo lleva sin playoffs. Vamos para 19 años, y las urgencias cada vez son mayores. De Carolina, donde era coordinador defensivo, se ha traído a Brandon Beane para que sea el general manager y, juntos, den la vuelta al equipo de Buffalo. Tienen tres años.

Doug Marrone - Jacksonville Jaguars

No es, en puridad, entrenador nuevo ya que acabó la temporada pasada ya como jefe en unos Jaguars que despidieron (muy tarde) a Gus Bradley. Pero sí es su primera offseason, así que aquí lo traigo. Y, la verdad, tiene a su favor una plantilla con un montón de talento, sobre todo en defensa, y unas expectativas controladas. ¿El problema? Que tiene que lidiar esta temporada con Blake Bortles ¿La ventaja? Si lo tiene que mandar a la calle el año que viene nadie le echará la culpa a él ni lo cargará en su cuenta.

Kyle Shanahan - San Francisco 49ers

La joya de la corona del mercado de entrenadores 2017 eligió los San Francisco 49ers y, al hacerlo, se hizo con un poder tremendo. Tanto como para poner él mismo a John Lynch como general manager/colaborador y no jefe. Tiene bula. Los desastres en los últimos años en la gerencia de la franquicia le van a dar mucha manga ancha. Y no tiene nada en la plantilla. Y no tiene exigencias inmediatas. Poder, ascendencia, credibilidad, libertad, tiempo. Lo tiene todo.

Anthony Lynn - Los Angeles Chargers

Sólo pongo a Lynn por delante de Shanahan en estar en mejor posición por el hecho de que considero a la plantilla de los Chargers tan potente, tan en crecimiento, en ese punto exacto en el que vienen llegando pero en el que nadie crea que tienen 10 victorias entre ellos que, a poco que haga las cosas con sentido, va a conseguir unos frutos que superen, con mucho, las expectativas. Encima la afición es nueva, que tiene muchas desventajas para la franquicia pero no para el entrenador principal: no creo que haya mucha pasión e insultos en su contra.