ATLETISMO | MUNDIAL DE LONDRES
García Bragado: “No voy a este Mundial; ya pienso en 2019”
Jesús Ángel García Bragado no ha sido seleccionado para el Mundial. Le duele la forma de enterarse, su primera ausencia en 24 años.
-Tiene 47 años y se queda fuera de unos Mundiales por vez primera desde 1993, nada menos. ¿Qué siente?
-Pues algo extraño. Llevo 25 años yendo a una gran competición en verano, desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y 23 acudiendo a los Mundiales... y ahora no voy a estar. Me quedo sin objetivos que cumplir.
-¿Cómo supo que no iba a acudir a los 50 km marcha de Londres?
-Por algunos compañeros antes que por la propia Federación Española, que siempre ha tenido un problema de comunicación, sobre todo en el Comité Técnico, y veo que sigue teniéndolo.
-¿Usted le comentó algo a Ramón Cid?
-Yo le dije al director técnico que seguía entrenándome y que estaba dispuesto, pero el responsable de la prueba ha decidido apostar por gente más joven, aunque alguno tenga más de treinta años. No se sabe muy bien dónde está la línea de la juventud…
(Los seleccionados son José Ignacio Díaz, 37 años; Francisco Arcilla, 33; e Iván Pajuelo, 23).
-¿Está dolido?
-Dolido, no, pero si quieres apostar por gente más joven que yo, pues me lo dices y ya está. Me hubiera gustado enterarme directamente, no a través de otros.
-¿Esto es el final?
-No, yo no me rindo nunca. Seguiré pensando en competiciones. De hecho, me haría mucha ilusión acudir a los Mundiales de Qatar 2019, los siguientes. Me estimula bastante, y también me encantaría ir al Europeo de Berlín, el año que viene, a la misma ciudad en que gané mi última medalla. Pero si no puedo estar en la élite, pues competiré con los veteranos.
-¿Y qué va a hacer este verano, primero de su vida como atleta sin una gran competición?
-Pues aprovechar para hacer cosas para las que antes no he tenido tiempo, como acabar todas las titulaciones de entrenador.
-Y vacaciones en agosto, también por primera vez.
-No me he planteado todavía lo que voy a hacer. A lo mejor ir a Londres. Me apetecería ver los Mundiales como un espectador más, pero habrá que comprobar cómo está la economía. Y en otoño me planteo hacer una maratón.
-¿Corriendo o marchando?
-Corriendo, corriendo. Quizá en Chicago, o en Mallorca. Ya veremos.
-Sufre algunos problemas físicos…
-Sí, tengo roto el menisco interno de la pierna izquierda y a ver cómo lo resolvemos, también para la vida futura, aparte del atletismo. Estoy en muy buenas manos, las del doctor Guillén. No puedo estar mejor atendido.
-De todos sus Mundiales, ¿de cuál guarda mejor recuerdo?
-Evidentemente del primero, el de Stuttgart 1993, en el que fui campeón. Pero también en el que gané mi última medalla, en Berlín 2009, con mis hijas, María y Amalia, casi en la línea de meta.
-¿Y el peor?
-No haber podido ganar medalla en los Mundiales de Sevilla 1999 y tampoco en los Europeos de Barcelona 2010, en ambos casos en mi país.
-¿Se ve como entrenador?
-Sí, pero me gustaría ser cocinero antes que fraile. Y aprender, no sólo de los cursos que estoy haciendo, sino de los propios atletas, de lo que ellos te enseñan.
-Con su experiencia, ya lo debe saber todo sobre la marcha…
-Pero para entrenarme yo. Enseñar a los demás es diferente. Muy distinto. No todo el mundo puede llegar a la élite, y puedo comprender que otros atletas no tengan una concepción espartana del deporte como la que tengo yo.