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AS COLOR Nº264

Valentí Sanjuan: de correr para huir a referencia en Youtube

Una cámara y un reto, esos suelen ser los dos ingredientes que utiliza el catalán para encandilar a su creciente número de seguidores en Youtube. Imposible, no hay nada.

Actualizado a
Valentí Sanjuan corriendo en Ecuador para recaudar fondos para reconstruir el país por el terremoto de 2016.
Facebook Valentí Sanjuan

Todo o nada, blanco o negro… así se encontraba Valentí Sanjuan hace cuatro años. Un “gordo fumador”, como el mismo se definía, que tenía la vida de cara. Un trabajo estable, una pareja que le quería, un piso recién comprado y una familia que desbordaba felicidad, pero de pronto el destino le tenía varias jugadas guardadas. Fue despedido, su novia le dejó, el banco le quitó el piso y su madre falleció en poco meses a causa de un cáncer. De rozar el cielo a hundirse en el fango. Ese fue su camino. No tenía donde agarrarse… y lo hizo al deporte. “Corría para escapar, para dejar fantasmas atrás”, reconoce en su primer libro (Lo que te hace grande). Rendirse nunca fue una opción y tocó reinventarse.

Poco a poco fue sacando la cabeza, creó una nueva empresa y su vida volvió a despegar. Fue entonces cuando se marcó el objetivo de terminar el Iroman de Lanzarote (3,8 km a nado, 180 km en bici y 42,2 km corriendo) con sólo dos meses de antelación. Con inscripciones cerradas y con la preparación justa, sólo corría para oxigenarse, se lanzó a la aventura. Nada pudo con él y comenzó a acuñar una de sus frases míticas “¿Imposible? Mis cojones”, espeta en Youtube donde paralelamente a su reto deportivo abrió dos canales, uno para sus proezas deportivas y otro para contar su día a día con el deporte como hilo conductor.

Poco a poco fue sumando retos (el Mundial de Iroman, la Marathon des Sables, la Madrid-Lisboa…) y seguidores. Ahora, cuatro años más tarde se encuentra en una vuelta al mundo permanente. Casi cada mes un reto le acompaña alrededor del mundo, el último la Titan Desert 2017. No hay desafío que actualmente que se le resista, a veces con más pericia, otras con menos… pero es cuando saca eso de “menos cabeza, más corazón”. Echando la vista atrás, a sus 34 años, no podía imaginar hace justo cuatro cuando se lanzó a la aventura del Iroman que ahora mismo estaría en la posición que se encuentra.

Valentí Sanjuan durante la Titan Desert 2017.
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Valentí Sanjuan durante la Titan Desert 2017.Horacio Cabilla

Lo de amateur y globero, tendré 70 años y lo seguiré siendo, jamás hubiese imaginado que acabaría la Titan Desert, la Titan Tropic o la Madrid Lisboa… si me lo hubieran dicho justo antes de empezar en Lanzarote les hubiese contestado, ¿acabar qué? ¿ahí que hacen? Cuando lo ves a toro pasado dices… no está mal”, reconoce el youtuber con un brillo especial en los ojos. El mismo destello que tiene en sus vídeos, pero sobre todo cuando puede hablar con sus fans. Algo que he le ha ocurrido los últimos días durante la presentación de su documental de la Titan Desert.

Sanjuan no duda en afirmar lo que le motiva a seguir sumando retos y contándolo en Youtube, “lo hacemos egoístamente, porque nos gusta”. Pese a ello, reconoce que sus seguidores son los que le mueven día a día. “Muchas veces me preguntan de donde saco la motivación. Yo soy un motivado de por sí, además me pongo retos que me motivan mucho, pero soy consciente de que si fallo en alguno hay mucha gente detrás a la que defraudaría. Mucha gente viene y me dice, gracias a tus vídeos he aprobado una oposición, o he adelgazado o simplemente me he reído un rato. Lo que la gente no sabe es lo que devuelve, lo que generan ellos en nosotros es lo que realmente me hace feliz y me motiva a seguir”, afirma sonriente.

El feedback es su principal aliento, pero en sus cuatro años como Youtuber se ha hecho famoso por contar las historias que nadie ve durante sus carreras. Otra visión de la vida. “A veces llegas muy agobiado a las carreras y ves a gente que lo hace porque se le ha muerto un familiar y quiere dedicársela. O alguien que ha sobrevivo a un accidente, o le falta una pierna… entonces piensas, yo que pensaba que tenía problemas y mira ésta gente como se esfuerza por hacer lo que le gusta”.

Un reto y una cámara, eso es todo lo que necesita Valentí Sanjuan para transmitir sensaciones a través de una pantalla. El mismo, en su libro, se dio cuenta de que en realidad no corría para huir lo hacía “persiguiendo algo. O alguien, en este caso. Persigues la sombra de quien quieres llegar a ser. Y está es una buena manera de acabar el libro y empezar a inventar que es lo que te hace grande”, concluye… aunque en realidad yerra. Valentí, tú ya eres grande.

Valentí Sanjuan grabando imágenes para su documental de la Titan Desert en plena carrera.
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Valentí Sanjuan grabando imágenes para su documental de la Titan Desert en plena carrera.Horacio Cabilla