¡Fiesta en la calle Dato! Así fue la Martín Fiz Maratón de Vitoria
El pasado domingo se celebró en ambiente festivo la EDP Martín Fiz Maratón de Vitoria, que cumplió 15 años. Hubo 4.000 personas entre 10k, media y maratón.
8:00 de la mañana del domingo 14 de mayo en Vitoria. La plaza de la Vírgen Blanca era un hervidero de corredores con camisetas azules celeste, dorsales en el pecho y se dirigían al Casco Viejo. Allí se desviaban en dirección al Artium, el Museo Vasco de Arte Contemporaneo. Uno de ellos era Martín Fiz, campeón mundial de maratón en 1995 y ahora, a sus 54 años, convertido en uno de los grandes iconos runners. Él quería una gran carrera en su ciudad y, por eso, en 2002 dio impulso a la EDP Martín Fiz Maratón de Vitoria. Ya ha cumplido 15 años, y hacia ella se dirigían 4.000 corredores procedentes de todos los rincones de la península. Ambientazo.
En la calle Los Herrán los corredores hablaban de ritmos, afinaban sus GPS, sonaba música ska vasca… Por allí estaba Martín, Iván Fernández, maratoniano mundialista de Vitoria que corrió 10 km, y muchos atletas que depositaron sus sueños de hacer marca, los cientos de horas de entrenamientos en la capital alavesa. Hay historias que estremecen, como la de José Javier Olea o Natacha López, dos atletas que superaron un cáncer y el domingo estaban en la línea de salida tratando de ser los más rápidos en los 42 km. Sonó el disparo de salida a las 09:00…
Vitoria es una ciudad llana, pero los primeros kilómetros picaban ligeramente hacia arriba, el entusiasmo de la salida los hace cuesta abajo. Cuando llega el kilómetro 7, sobre el Centro Comercial Boulevard, se empieza ir hacia el centro, el Casco Viejo y allí hay ambientazo al máximo. Gente animando como si fuera una llegada de una carrera ciclista. Muchos runners aceleran. Algunos lo pagarán más adelante, otros con más suerte, no. En el kilómetro 10, Iván Fernández llegará primero a meta del 10k. Como se esperaba. Martín Fiz entra segundo. Primera ovación cerrada del día en la calle Dato. Llena a reventar, por cierto.
Mientras Iván y Martín se secaban el sudor, otros valientes continuaban, unos hacia la media maratón y maratón. En el kilómetro 14 separaron sus caminos y los maratonianos se quedaban un pelín más sólos. Los speakers, cualquier vecino, se desahacía en gritos de aúpa cuando llegaba el muro, sobre el kilómetro 30. En los grupos populares algunos tenían que echar pie a tierra. Ánimos entre compañeros, regalos de geles… Era la hora del muro, que para muchos llegaba en el Paseo de la Iliada. Tocaba lo más duro. Luchar por las avenidas hasta que una mujer daba un dato clave: “Aunque parezcan las afueras, el centro está al lado”. Km 40 y los corredores llegaban a la calle Dato. El primero fue el malagueño Cristobal Ortigosa, la primera mujer la combativa Natacha López, que este mismo lunes pasaría por quirófano. El luchador Olea, directo desde Bailén, quedó tercero. El último en entrar, el número 634, fue Nacho Agustín, 4h 32:09, que se llevó la misma ovación que Martín Fiz e Iván Fernández. La calle Dato no distingue unos valientes de otros.
Después llegó el turno de los patinadores, pero los corredores ya descansaban tomando un buen pintxo y un aperitivo en la Virgen Blanca o en la calle Cuchillería. “Esto después de la maratón es la gloria”, decía José Javier, uno de los que sufrió el muro. Pese a calambres y rotura fibrilar en los gemelos, llegó a meta en 3h 53:19. Había acabado su primera maratón… en Vitoria, la ciudad del campeón Martín Fiz, que sólo tiene un deseo: "Queremos que la gente repita".