Víctor Tasende, ejemplo de superación en la Titan Desert
Se quedó tetrapléjico con 17 años y, tras desear la muerte, tomó las riendas de su vida para salir adelante. Da charlas y estuvo en Bilbao: "Cada uno se tiene que trabajar sus sueños"
Una conversación con Víctor Tasende remueve por dentro a cualquiera. Era un muchacho alegre, "poco deportista, preocupado más bien por el confort de mi consola... mi habitación era mi universo". A los 17 años estaba jugando con un amigo a lanzarse de cabeza a una piscina. En la última zambullida se golpeó con el fondo y se quedó inmóvil, boca abajo. Tuvieron que sacarle, bajo una situación de pánico. Los médicos le pusieron en lo peor: "No le deseo a nadie lo que pasé. Si me dijeran que tengo que volver a pagar ese precio para estar donde estoy, no creo que lo hiciera", admite con voz firme.
"Todo suma, siempre suma. Hay que sumar día a día, momentos, experiencias, tanto lo positivo como lo negativo. Ese sería mi lema, todo suma, nunca digas nunca", expone como eslogan vital. La semana pasada Víctor estuvo en el Palacio Euskalduna de Bilbao para compartir su experiencia de superación en el marco de unas conferencias testimoniales, organizadas conjuntamente entre GAES y Fundación Grupo SIFU. "Me motiva estar en una prueba extrema, pero también transmitir mi experiencia a uno u ochocientos oyentes; me retroalimenta por ver que el mensaje cala en ellos. No quiero que me miren y digan: 'Es Dios', sólo les trato de transmitir que cada uno se tiene que trabajar sus sueños y si pongo un pequeño granito de arena para ello, me doy por satisfecho. Lo principal que trato de contagiar es que no hace falta sufrir un hecho traumático cercano a la muerte para tomar las riendas de nuestras vidas", concluye.