Rodrigo Abreu ahora es Tiffany en la Liga femenina italiana
El brasileño que jugó en la competición masculina española, ha pasado de actuar en un equipo belga al Palmi femenino como transexual
En 2004 la Federación Internacional de Voleibol que presidía Rubén Acosta declaraba que no harían controles de sexo en los equipos, pero no aceptarían en las competiciones organizadas por las federaciones asociadas jugadores transexuales. Pero el mundo no ha ido por los caminos que querían zanjar el mexicano desde su despacho donde trazaba los destinos de su deporte: ayer, en Italia, debutaba en la serie 2, con el Palmi, Tiffany Abreu, de nacionalidad brasileña.
Hasta ahí, nada noticiable, de no ser porque Tiffany ha jugado en varios países de Europa como Rodrigo Pereira de Abreu, incluida la Liga española, donde era un buen rematador. Sin embargo, era reconocida su homosexualidad, y siempre buscó países donde pudiera ser aceptado con más tolerancia. En Amsterdam fue donde empezó a reencontrarse personalidad y cuerpo, y el año pasado, en la competición belga, su físico le hacía diferente en la liga masculina. A ojos de cualquier aficionado no avisado, por su aspecto, era una mujer de 1,94 metros (nació en 1984) en un equipo masculino.
Ahora, como transexual, debuta en Italia, donde Alesia Ameri, ya abrió el camino en el voleibol. Alesia, jugadora de voley pista y playa, sufre una enfermedad rara, el sindrome de Morris, cuerpos masculinos que se desarrollan como femeninos, y hace dos años pudo debutar en la competición femenina italiana a los 31 años de edad, aunque donde realmente destaca es en la pasarela, donde se ha convertido en una modelo de prestigio.
En España, la Federación Española también ha sido moderna y comprensiva en los casos de la transexualidad, y lejos de mantener las teorías de Acosta, no puso ninguna dificultad a que Antía Fernández, transexual sin operar en ese momento, pudiese jugar en el Calasancias gallego, de la competición nacional femenina.