La perfección es la única opción que tiene Tom Brady

Todo quarterback cuenta con un reloj mental que le indica cuánto tiempo tiene para lanzar un pase. Tom Brady ha sido capaz de prolongar su carrera hasta los 39 años y llegar a siete Super Bowls, en parte gracias a ese mismo reloj.

Ahora, el legendario pasador de los Patriots, Tom Brady, sabe que el tiempo se acaba. Está consciente que aún hay suficiente para engrandecer su legado, para reescribir la historia, pero no tiene margen de error.

Tom Brady, referencia para los Patriots

“Nos quedan 70 jugadas este año”, dijo Brady. “Debemos ser perfectos”

Brady sabe una o dos cosas sobre perfección. A fin de cuentas comandó una temporada con marca de 18-0 en 2007, ha encabezado la liga en rating dos veces y es el quarterback con más apariciones de Super Bowl en la historia.

También sabe que aunque los Atlanta Falcons son la defensiva 29 de la NFL, y no precisamente el punto focal de su éxito, son capaces de alterar todo un encuentro con una o dos jugadas de la defensa.

“No puede haber falta de comunicación en terceros downs. No puede haber falta de comunicación al momento de asignar una cobertura de blitz”, recalcó el laureado pasador. “Eso fue lo que le sucedió a Green Bay y a Seattle antes que a ellos. Así es como recuperan el balón, y la próxima vez que tienes la pelota estás abajo por siete puntos más con cinco minutos menos”.

“Nos quedan 70 jugadas ofensivas, y no podemos fallar en ninguna de ellas”, subrayó.

Para el coach de los Falcons, Dan Quinn, el éxito defensivo de su equipo en los playoffs, en donde el equipo promedia 20.5 puntos en contra por juego luego de admitir 25.3 en temporada regular, no es obra de la casualidad.

“Hierro afila hierro”, indicó el que fuera coordinador defensivo de los Seattle Seahawks antes de tomar la rienda de los Falcons. “Nuestra defensiva debe entrenar contra nuestro ataque. Nos gusta competir y nuestra defensiva se ve en situaciones complicadas muchas veces con la velocidad de la ofensiva”.

Matt Ryan quiere ser protagonista en la Super Bowl

Matt Ryan, en contraparte, sacó un viejo truco del sombrero de las obviedades para definir el encuentro: Posesión de balón y ganar la guerra de intercambios. Pero, vamos, cualquier plan que involucre restarle a las 70 jugadas presupuestadas por Tom Brady, es un buen plan.