El 'prodigio' Carlos Mayo exige hueco en el cross a los mayores
El zaragozano, de 21 años y estudiante de Medicina, ya lleva tres platas europeas en categorías inferiores de campo a través.
Carlos Mayo sólo tiene 21 años y en lo que se propone es un martillo pilón. “Cuando hago algo, es a tope”, dice. Lo es en sus estudios de Medicina (ya está en cuarto, a curso por año) y también en el momento que se mete con sus zapatillas de clavos en barro, hierba o agua dentro de un cross, disciplina en la que ya ha cazado tres platas europeas en categorías inferiores (dos Sub-23 y una júnior). “Tengo respeto a mis rivales, pero no temo a nadie”, relata este zaragozano.
Ese descaro hace que no tenga miedo ni a mayores, ni a africanos. En carreras nacionales ha batido a figuras absolutas (en Yecla fue primer español por delante de Fifa, Lamdassem, Mechaal, España...), y en el Europeo de cross Sub-23 llegó a su tercera plata ante chavales de origen eritreo, keniano y etíope. Sólo le ganó el belga Kimeli, de origen keniano, con 1:46 en 800: “Son atletas que han vivido en los países de acogida desde bien jóvenes y no tengo problemas. Al final somos todos iguales y a mí me gusta hacerme grande ante ellos. A ver si en 2017 (otra vez Sub-23) repito, pero en lo más alto”.
Siendo casos bien diferentes, la filosofía de Mayo es similar a la que tiene Hortelano, que se atrevió a tutear a Blake, Bolt, Gatlin... “Tengo mucha confianza en mí y en mi capacidad competitiva. Sacó el 300%. Tal vez sea menos descarado que Bruno, pero está claro que en una línea de salida si eres mejor que yo tendrás que demostrarlo”, relata Carlos, que cree que “el verdadero atletismo está en la pista”, pero reconoce su “facilidad natural” para el cross. Además, ahora el campo a través es“prácticamente la principal fuente de ingresos para los atletas”.
Mayo trabaja sus aptitudes, junto a Toni Abadía (campeón de España absoluto), en las semanas de 160 kms que les prepara Pepe Mareca, bajo el frío Cierzo de Zaragoza: “Nos diseña sesiones naturales, más llevaderas. Cambios de ritmo, en lugar de series, cuestas por medio... Son entrenamientos dinámicos y poco cargantes”.
“Es necesario que llegue un Carlos Mayo”, dijo en su día Abadía, y Carlos siente la presión de ser heredero del cross: “Creo que sé gestionarlo. Intento transformar la presión en motivación y me digo: ‘De verdad están viendo algo en mí’. No me pongo límites”. Ahora llega época de exámenes y Carlos irá “a tope”, como en el cross.