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PITTSBURGH PIRATES

Los Pirates deben reparar el daño causado a McCutchen

Su traspaso frustrado a los Washington Nationals ha ocasionado un daño inmenso al ex-MVP, que no se siente respaldado tras su mal 2016.

Andrew McCutchen no ha sido traspasado esta offseason y los Pittsburgh Pirates tienen mucho trabajo que hacer para arreglar los puentes rotos.
Jared WickerhamGetty Images

Una de las noticias que más interés ha generado durante el transcurso de las reuniones invernales celebradas hace escasos días, era la posibilidad bastante real de que los Pittsburgh Pirates, excelente ejemplo de gestión de un equipo perteneciente a un mercado pequeño, llegasen a traspasar a su jugador franquicia Andrew McCutchen a algún club.

Entre los numerosos equipos que andaban interesados por hacerse con sus servicios, había uno que tenía el perfil y los jugadores necesarios para hacerse con un antiguo ganador del MVP que estaba en horas bajas, un ‘Cutch’ que tuvo su peor temporada desde que alcanzó la titularidad en las Grandes Ligas, pero que suponía una apuesta fascinante si piensas que ese 2016 tan flojo acorde a su altísimo estándar se debe a factores que se podían arreglar, mayormente lesiones, al contrario que el lógico declive en materia deportiva que podía estar haciendo acto de presencia, que a todos les llega y McCutchen no va a ser una excepción.

Cuando en la operación con los Nationals y los Pirates no llegaron al acuerdo definitivo en el traspaso por un grupo de jugadores muy parecido como el que finalmente se ha mandado a los White Sox para hacerse con los servicios de Adam Eaton, la franquicia de Pennsylvania se quedó con la dificilísima papeleta de seguir contando entre sus filas con un jugador al que has intentado traspasar sin éxito y no precisamente contento por haber sido valorado como simple mercancía.

Y no es el escenario ideal con el que tratar, especialmente cuando estamos hablando de tu piedra fundacional.

En este contexto, cobra especial importancia el tuit que me mandó mi buen amigo Alejandro Bartús, afirmando que los Pirates debían convertir a McCutchen en su Chipper Jones.

Lo cual es cierto, desde determinado punto de vista, porque ese compromiso no llegaría al nivel con el que tuvieron los Atlanta Braves con su futuro Hall of Famer en tercera base.

De hecho, lo supera.

Para todos aquellos que no sepan quién fue Chipper Jones, basta decir que se convirtió en uno de los símbolos de los Atlanta Braves que llegaron catorce años seguidos a los playoffs, comenzando en 1991, y que terminaron haciéndose con un título de las Series Mundiales en 1995, año en el que Larry Wayne Junior hizo su debut.

A fin de cuentas se trata de una especie en vías de extinción, el jugador que sólo conoce un equipo en su carrera deportiva.

Como Derek Jeter. Como Cal Ripken Jr. Como Tony Gwynn.

Cuando digo que el caso de ‘Cutch’ supera al de Chipper es porque mientras el primero se involucró con su equipo cuando estaba inmerso en una penosa racha de 19 años consecutivos con récord negativo desde la marcha de Barry Bonds a San Francisco, el segundo lo hizo inmerso en una racha de éxitos sin igual en la franquicia de Georgia.

La palabra clave es compromiso.

Compromiso con un club que no pasa por sus mejores momentos, sacrificando mucho dinero en aras de liderar un proyecto que les ha llevado a estar en playoffs desde 2013 a 2015.

Y en el momento más ‘vulnerable’ para McCutchen, saliendo de un año que ha sido su peor desde que llegó a las Grandes Ligas, se comprende su malestar aunque éste intente poner su mejor cara y hacer uso de esa profesionalidad y ética de trabajo que le han caracterizado desde siempre.

Si reparar esa relación no parece poco, queda por resolver un tema peliagudo y es el cambio de posición. Mejor dicho, el intercambio con el exterior izquierdo Starling Marte que se perfila como un defensor superior en el exterior central y capaz de cubrir más terreno que McCutchen, aunque ya sabemos lo complicado que suele ser ese cambio de rol para una superestrella.

No se plantean muchas dudas sobre que McCutchen hará lo mejor para el equipo.

Mientras tanto, con la preparación de cara al 2017 ya en marcha y pensando siempre en que los Pirates harán lo que han dicho tras las reuniones invernales, es decir, que cuentan con McCutchen para 2017, la siguiente oportunidad que tendremos de apreciar sus indudables talentos será para un World Baseball Classic, un Clásico Mundial del béisbol en el que vestirá las barras y estrellas en marzo.

En una época como la actual, la clase de compromiso que no debe pasar desapercibido.