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Dallas Cowboys

Ese ruido que oís es el "¡Romo titular!" huyendo a galope

Los Dallas Cowboys ganaron a los Tampa Bay Buccaneers con una extraordinaria actuación de Dak Prescott que puso fin a un debate absurdo.

Actualizado a
ARLINGTON, TX - DECEMBER 18: Dak Prescott #4 of the Dallas Cowboys warms up on the field prior to the game against the Tampa Bay Buccaneers at AT&T Stadium on December 18, 2016 in Arlington, Texas.   Tom Pennington/Getty Images/AFP
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TOM PENNINGTONAFP

La semana pasada se escuchó el runrun de Tony Romo. Sí, hombre, seguro que sabéis a lo que me refiero. Que ibais en el Metro, o andando por la calle, o por el monte, y, de repente, un vecino de asiento, o vecino a secas, os decía: "con Prescott se hunden, hay que sacar a Romo. Está bien lo que está bien, pero el rookie no va a aguantar la presión".

Una derrota, una sola derrota es lo que se necesito para que el evidente debate se pusiera encima de la mesa. Que los New York Giants ganaran a los Dallas Cowboys en la semana 14 hizo que el nombre de Antonio Ramiro, que así se llama Romo, volviera a aparecer en la palestra de la NFL. Qué predecibles somos, amigos.

Bueno, siendo justos, una derrota y un partido tirando a discreto ante los Vikings, que se saldó con victoria pero de aquella manera.

Pues bien, ese rumor lejano, esa insistencia vecinal, ha dejado una enorme polvareda esta semana, y un ruido ensordecedor, huyendo a galope hacia la línea del horizonte al atardecer. Porque Dak Prescottt soltó ayer una de esas tardes que aportan un inmenso silencio a este tipo de cuitas: 32 pases completados de 36 intentados, sólo 279 yardas, pero completamente eficientes y las justas y necesarias para que su equipo pudiese ganar. Caso cerrado.

Si está todo tan claro ¿por qué traigo esto a vuestra atención hoy?

Porque es necesario subrayar que el punto de no retorno en la temporada de los Cowboys ha pasado, y eso no lo puede cambiar ninguna actuación positiva o negativa, por extremas que sean. Ha llegado un momento en que da igual porque cualquier cambio sería contraproducente.

He sido un defensor del retorno de Tony Romo a la titularidad hasta hace como un mes. Entiendo que es mejor jugador que Dak Prescott y, por lo tanto, que su presencia hace mejor al equipo. Es un silogismo sencillo que, además, lleva añadido el componente emocional de ser un líder en ese vestuario y de haber encajado como un guante en el equipo y en el sistema con un ejemplo tan cercano como es el año 2014. Además, dado el carácter de Dak Prescott, que emana profesionalidad, dudo que se hubiese generado ninguna 'QB controversy', así que me parecía que eran todo ventajas.

Por contra, aunque es probable que con menos conocimiento de este deporte y este equipo que yo, los dirigentes de los Cowboys decidieron optar por el argumento más clásico y conservador de "no arregles lo que no está roto" y apostaron por la continuidad de Prescott. Dado que, ahora mismo, van 12-2 en la temporada, concedámosle el beneficio de la duda a esta gente.

Bien. Pues fue entonces, allá por la semana ocho o nueve, que el cambio tenía algo de sentido. Pero ¿ahora? ¿a un paso de asegurar el seed uno de los playoffs y el bye de primera ronda? Ahora no queda más que seguir subidos a la ola y esperar lo mejor. Los equipos de la NFL están en tal tensión que no ha lugar el mover los raíles que les han traído hasta aquí.

En ese sentido, no creo que el puesto de Prescott estuviese en duda en ningún momento, pero sí el runrun que decía antes del entorno. Y, como esas cosas afectan, es una bendición para los Cowboys que cualquier atisbo de dilema haya sido mandado a galope tendido a la otra esquina de Texas.