Los Patriots se meriendan a San Francisco bajo la lluvia
El equipo de Chip Kelly empezó fuerte con un Kaepernick muy acertado, pero se desinfló en cuanto su quarterback jugó tan mal como casi siempre.
Los de Belichick tal vez se echaron a dormir antes de tiempo. Después de un tres y fuera de los 49ers, que parecía augurar otra tarde difícil en San Francisco, los Patriots anotaron en un visto y no visto con un pase de Brady a Edelman. Era un 0-6 previsible (con fallo de extra point de Gostkowski, otro que se sumó a la fiesta de errores de kickers). Los aficionados de San Francisco, cubiertos por paraguas por el interminable chaparrón que cayó durante todo el partido, se preparaban para otro tipo de tormenta… que al principio fue chirimiri hasta convertirse en jarreo.
Durante los siguientes 7 minutos y medio, el ataque de San Francisco pareció volver al pasado. Kapernick no sabría leer, pero cada pase volaba como un misil y llegaba con éxito a su destino, Carlos Hyde hacía mucho daño por tierra y solo un sack in extremis de Hightower limitó los daños de New England a un field goal de 33 yardas.
Los Patriots siguieron a los suyo. Faltaba Gronkowski, pero Dion Lewis estaba de vuelta. A falta de su tight end favorito, Brady buscaba con insistencia a Edelman, pero también encontraba soluciones desde el backfield con James White y Lewis saliendo a recibir, mientras Legarrette Blount seguía percutiendo por el centro con el mismo peligro que ha exhibido durante toda esta temporada. Con ese guión llegó el segundo touchdown (3-13), tras un pase a White de9 yardas.
Tras esa anotación llegó el vacío en New England. Durante dos cuartos enteros, simplemente desaparecieron. Brady no encontraba objetivos, Blont percutía sin éxito, se acumulaban las penalizaciones, y nadie parecía estar en su sitio. Ni siquiera en defensa. En el arranque del partido habían machacado a sacks a Kaepernick, demostrando que para ellos vale más es sistema que los nombres y que pueden sobreponerse a las bajas en el front seven, pero de repente fueron sobrepasados por Kaepernick, que casi lanzaba a placer, hasta conectar un pase de touchdown a McDonald, de18 yardas, que les permitió irse al descanso solo 3 puntos abajo (10-13).
El apagón de los Patriots siguió durante el tercer cuarto, pero entonces afloró la ingenuidad de estos 49ers, incapaces de aprovechar los regalos. El mismo Kaepernick que solo había fallado un pase en la primera mitad (8 de 9), se volvía incapaz de completar un lanzamiento, e incluso se jugaba la intercepción demasiadas veces. Tampoco Carlos Hyde sabía cómo hacer daño, mientras su línea ofensiva se caía poco a poco. Era inevitable que los Patriots terminaran por regresar, y lo hicieron en la primera jugada del último cuarto, cuando Brady consiguió su tercera conexión en la end zone, esta vez para Amendola (10-20).
Todo el último cuarto sobró. Pasábamos de tres y fuera del ataque de San Francisco, completamente inoperante, a series cada vez más cómodas de los Patriots, que sin querer hacer sangre, siguieron inflando el marcador con un pase a Mitchel de 56 yardas (10-27), y un field goal de 38 de Gostkowski (10-30).
A falta de dos minutos, San Francisco maquilló el marcador, y Kaepernick su horrorosa actuación de la segunda mitad (8 completos de 21 intentos -6 de los completos en ese último drive-), con un touchdown de 13 yardas de pase a Draughn (17-30) que no maquilla la tremenda diferencia que hay en la actualidad entre 49ers y Patriots.